martes, 25 de febrero de 2025

MANSEDUMBRE NO ES DEBILIDAD

 

MATEO 5:5 (RVA'15)

"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la Tierra por heredad."

 

La mansedumbre no es igual a la debilidad, es decir que, en términos populares: ser manso no es ser menso.

 

¡¡¡Si un cristiano quiere tomar decisiones sabias,

para estar bendecido y en victoria, tiene que volverse manso; pero,

ser manso no significa ser débil, aunque las dos palabras suenen similares;

en realidad es tener un corazón enseñable!!!

 

La verdad es que la mansedumbre y la debilidad están en extremos opuestos del espectro. La mansedumbre no está ni cerca de la debilidad. De hecho, la palabra griega para mansedumbre, "praótes", significa literalmente "fuerza bajo control". Se usa para describir a un semental salvaje que ha sido domesticado. Ese semental todavía tiene toda la fuerza que tenía cuando era salvaje, pero ahora su fuerza está bajo control. Es la fuerza aprovechada para el uso de su amo. De igual manera, Dios no quiere que seamos débiles, pero sí quiere que seamos mansos.

 

En el pasaje que estudiamos hoy, el mismo Señor Jesucristo nos enseña que la mansedumbre es una de las claves para reducir el estrés en la vida. Y además, la Biblia enumera muchos beneficios de la mansedumbre; los mansos:

Serán satisfechos (Salmo 22:26).

Dios los guiará (Salmo 25:9).

Se volverán sabios (Proverbios 11:2).

Se llenarán de nuevo gozo (Isaías 29:19).

Y existen muchos más que usted mismo puede escudriñar allí.                                                                                               

 

La siguiente es una definición simple de la palabra "manso": ¡Déjelo ir y déjeselo a Dios!

Esa es la esencia de la mansedumbre. Es rendirse, someterse y estar de acuerdo con lo que Dios quiere hacer en su vida, es dejar que Dios sea realmente Dios en su vida.  Entonces, ¡déjelo ir y déjeselo a Dios!. No conozco una frase que haga más por su salud física o mental, que esta frase. Si comienza a practicarlo en su vida, aliviará el estrés, eliminará la preocupación, calmará la ira y terminará con su dolor y resentimiento. Y a medida que se someta a Dios, en realidad se volverá más fuerte.

 

Si se encuentra luchando hoy, comience a desarrollar mansedumbre en su vida…

¡Déjelo ir y déjeselo a Dios!

 

☝🏼 Piense en esto:

¿Qué parte de su vida necesita rendir para que Dios pueda tomar el control?

¿Qué es lo que le impide practicar la mansedumbre y someter su vida a Dios?

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE SI YO APLICO LA MANSEDUMBRE, DESARROLLANDO EN MÍ UN CORAZÓN ENSEÑABLE, PODRÉ ENTREGARLE MIS CARGAS A DIOS, DE MANERA QUE MIS DECISIONES SEAN SABIAS Y MÁS BENEFICIOSAS Y PRODUCTIVAS PARA MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, Raboni, Maestro de maestros (Juan 20:16). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, gracias quiero darte hoy por tu sabiduría Divina, gracias por ser el Maestro de maestros, gracias por tu promesa de enseñarme para mi bien y de guiarme por el camino correcto. Hoy clamo a Ti, ayúdame Señor a ser manso para no ignorar jamás las lecciones preciosas que me das. Hoy lo que necesito es sensibilidad espiritual para no ignorarte y espíritu de sabiduría y revelación para encontrar esos tesoros que forjarán mi vida, y me llevarán a la madurez espiritual, por eso te pido que jamás la sumisión y el deseo de aprender de Ti se pierdan en mí. Gracias mi Señor y Maestro Jesucristo por tus maravillosas enseñanzas; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri