viernes, 29 de enero de 2016

LOS CAMINOS

 

MATEO 7:13,14 Entren por la puerta estrecha. La puerta que conduce a la perdición es ancha, y el camino fácil, y muchos son los que pasan por ellos. En cambio, es estrecha la puerta y angosto el camino que llevan a la vida, y son pocos los que los encuentran. (B.L.P.H.)

 

©  Los verdaderos discípulos de Cristo, los seguidores, siguen su camino sin condición.

A pesar de que el Señor derrama su bondad sobre todos los hombres, la capacidad de percibirla y disfrutarla está limitada por la negativa a adorarle como Dios. Para experimentar la plenitud de su bondad, debemos honrarlo eligiendo el camino de la sumisión y la obediencia. El Señor jamás negará el bien a los que andan en integridad con Él.

 

Con amor y sabiduría, el Padre ha creado específicamente un camino para cada uno de sus hijos. Porque no hay dos personas iguales, cada senda se verá diferente. Lo que puede ser mejor para una persona, puede no ser bueno para otra. La comparación de los caminos de Dios en vidas diferentes sólo conducirá al desaliento y a hacer juicios equivocados. No tenemos ni la sabiduría ni la perspectiva eterna para entender por qué el Señor conduce a algunas personas por caminos de dolor y adversidades, pero podemos saber que Él siempre es bueno y que al ser verdaderos discípulos, es decir seguidores de Jesús, lo podremos entender fácilmente. Cada paso en el camino de Dios representa una decisión deliberada de seguirlo. Por mirar a nuestro alrededor en vez de fijar nuestra mirada en Jesucristo, podemos comenzar a pensar que nos estamos perdiendo de algunas experiencias o cosas realmente buenas. Si dejamos el camino que el Señor nos muestra para seguir uno que se ve mejor, perderemos sus maravillosas y abundantes bendiciones y descubriremos, como Adán y Eva, que cualquier otro camino lleva a la destrucción.

Tome tiempo para preguntarse regularmente:

©  ¿Estoy en el camino que el Señor ha elegido para mí? o

©  ¿He tomado un desvío para seguir otra dirección que parece buena?

Hacernos nuestro propio camino y hacer caso omiso de la bondad y la abundancia del de Dios, es una locura, pues solo Él conoce el camino que sus discípulos, es decir sus seguidores, deben tomar.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL CAMINO QUE EL SEÑOR JESÚS ME MARCA ES EL ADECUADO; ASÍ QUE LO SEGUIRÉ CON SUMISIÓN Y OBEDIENCIA, YA QUE ES SEGURO, AGRADABLE Y PERFECTAMENTE DISEÑADO PARA MÍ COMO UN VERDADERO DISCÍPULO Y SEGUIDOR DE CRISTO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Emanuel, Dios con nosotros (Isaías 7:14). Mi amado Rey y Señor, se que Tu eres el camino, la verdad y la vida, tu Palabra lo dice y yo lo creo (Juan 14:6). Hoy quiero darte gracias por marcar un camino definido para mi vida y la de todos aquellos que han decidido con carácter y conocimiento de lo que has representado para sus vidas, seguirte sin condiciones y con un corazón integro y agradecido, es decir tus verdaderos discípulos, tus seguidores. Tu, Padre Celestial, eres infinito en sabiduría, por lo cual tengo toda mi confianza y mi esperanza puesta en ti, con la seguridad que me conduces por el camino de justicia, amor, bondad y enseñanza, y que es el mejor para mí. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.