jueves, 25 de junio de 2020

INSEPARABLES

 

ROMANOS 8:35-39 ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: "Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!" Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (NVI)

 

Somos inseparables de Cristo y más que vencedores en Él. (Romanos 8:18-39)

Cuando el dolor y la adversidad se introducen en nuestras vidas, es fácil concluir que Dios nos ha abandonado. Después de todo, pensamos que, si Él hubiera estado allí, habría hecho algo en ese momento.

 

Sin embargo, el pasaje que estudiamos hoy dice que nada puede separarnos del amor de Cristo:

 

1.  Ninguna circunstancia: No hay una dificultad que pueda separarnos del amor de Dios; por el contrario, podemos ser "más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (Vs.35-37). El pasaje completo que recomiendo leer hoy enseña también que nuestros sufrimientos actuales no pueden compararse con la Gloria venidera (Vs.18), y que el propósito de Dios es nuestra transformación a la imagen de Cristo (Vs.29). Cuando entendemos esto, tenemos una perspectiva victoriosa de la vida, lo que produce paciencia y esperanza. (Vs.24,25)

2.   Ningún tiempo: Nada de lo que haya ocurrido en el pasado, o que estemos pasando ahora, o que vaya a suceder en el futuro, podrá separarnos de Cristo. Él está con nosotros a cada paso del camino y por siempre. (Vs.38)

3.    Ningún poder: Los poderes invisibles del mal que tratan de engañarnos y atraparnos, no están a la altura del Señor, quien nos sostiene firmemente con su mano Omnipotente. (Vs.39).

4.   Ninguna cosa creada: Solamente nuestro Dios Trino existe por sí mismo, y si Él dice que usted le pertenece, nada ni nadie, ni siquiera usted mismo, podrá destruir esa relación. (Vs.39)

 

¡¡¡Somos inseparables de Cristo y más que vencedores en Él!!!

Pero esta promesa de seguridad no es una licencia para fallar sin consecuencias, más bien, debe motivarnos a caer de rodillas en gratitud y alabanza

 

CONFESIÓN DE FE:

ENTIENDO LA INMENSIDAD DE ESTE REGALO, POR LO CUAL MI AMOR POR CRISTO AUMENTARÁ Y REDUNDARÁ EN OBEDIENCIA Y PERSEVERANCIA, SIN IMPORTAR LAS DIFICULTADES QUE TENGA QUE ENFRENTAR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Emmanuel, Dios con nosotros (Isaías 7:14). Mi amado Rey y Señor Jesús, yo sé que el deseo tuyo es estar siempre con nosotros, nos ha creado de tu naturaleza para compartirte con nosotros para siempre. Gracias Padre Celestial por hacernos inseparables de Cristo, así como nos hiciste hijos tuyos a través de su sacrificio, lo has hecho por el amor inmenso e incondicional que tienes por nosotros. Yo me propongo hoy no permitir que ninguna circunstancia, poder o persona me haga creer que es posible que Tú te separes de mí, yo se que Tú estarás conmigo a donde quiera que yo vaya, e iras conmigo hasta el fin del mundo. Gracias Espíritu Santo de Dios por estar siempre conmigo protegiéndome, instruyendome, consolandome y guiándome; gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tu amor inagotable e inseparable; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.