miércoles, 30 de marzo de 2016

POTESTAD

 

FILIPENSES 2:5-11  Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios Divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre. (N.T.V.)

 

©  Del Señorío de Jesús y su potestad sobre nuestras vidas.

Ya sea que usted haya sido creyente por muchos años, o puesto su fe en Cristo como su Salvador hace poco tiempo, hay una cosa importante que debe determinar en su corazón. Muchos cristianos entienden que Jesús murió en la cruz por sus pecados, pero…

©  ¿Quién es Él hoy en sus vidas?

 

La Biblia nos dice que Jesús es el Hijo de Dios, que se hizo carne y que entró en nuestro mundo en la forma de un siervo. Vino a vivir entre nosotros y a hacer posible que conociéramos a Dios. Luego, después de su muerte, su sepultura y su resurrección, fue exaltado de nuevo a su legítimo lugar como Señor y Soberano.

Es esencial que todo creyente entienda la persona y la posición de Jesucristo.

A menudo lo llamamos "Señor", pero ¿Qué significa eso? La respuesta es que:

1. Como Señor y Creador, Él hizo y sostiene todas las cosas (Colosenses 1:16,17). Al poner nuestra fe en el Salvador, aceptamos su legítimo lugar en nuestra vida.

2. Como Señor, Él tiene potestad, es decir autoridad sobre cada aspecto de nuestra vida. Somos ovejas que debemos seguir al Pastor (Juan 10:2-15). ¿Se niega usted a reconocer que Él tiene el derecho de determinar lo que hace y adónde va? Puede tener la seguridad de que el plan de Dios resulta siempre en plenitud de vida.

3. Jesús no es un gobernante distante y arbitrario; es su maravilloso y comprensivo Señor que le ama y ha preparado el terreno para que usted sea salvo, después de haber vivido una vida humana y sufrido inimaginablemente.

 

CONFESIÓN DE FE:

POR ESO, CUANDO ÉL DICE: "SÍGUEME; YO HARÉ QUE TU VIDA TENGA SIGNIFICADO", PUEDO TENER LA SEGURIDAD DE QUE EL SEÑOR ES DIGNO DE MI CONFIANZA EN TODO MOMENTO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonay HaAdonim, Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 17:14). Soberano Dios y Señor Nuestro, eres el Amo Supremo, el Rey, el Señor por sobre todos los poderes y autoridades que existen en el universo. Es por eso que hoy me someto a tu voluntad, a tu señorío, reconociendo y aceptando conscientemente  tu potestad sobre mi vida y todo mi ser. Gracias quiero darte hoy Soberano Rey y Señor Jesucristo por ser mi amo y mi señor, ese que lleno de amor gobierna mi vida para el bien, pues estoy plenamente convencido, por conocimiento de causa, que tu voluntad es buena, perfecta y agradable, y los resultados de aceptarla también lo son para mi vida. Amén.

Juan Manuel Lamus O.