lunes, 8 de junio de 2015

TRAICIONADOS

 

LUCAS 23:34 Poco después, Jesús dijo:

"¡Padre, perdona a toda esta gente! ¡Ellos no saben lo que hacen!". (T.L.A.)

 

©      Cuando las heridas se convierten en oportunidades.

Alguna vez te traicionaron, te jugaron sucio bien sea en el matrimonio, noviazgo, un hermano, un amigo o aun en el trabajo.

©      ¿Te esta doliendo la herida?

©      ¿Quieres perdonar y no puedes?

©      ¿Estás tentado de empezar a pagar con la misma moneda?

Lo más seguro es que llegues a pensar que fuiste un tonto o una tonta, y que eso no te lo vuelven a hacer nunca más. Son muchas las historias:

"Amo a mi esposa pero me engaño o viceversa". "Tanto que ayude a esta persona a ser lo que es y ahora como me paga, ni me agradece". "Todo lo que hice por esta iglesia y ni siquiera  una  llamada, una visita". "Era mi mejor amigo o amiga y ahora anda diciendo cosas que no son ciertas". "De quien menos esperaba una traición, no confío en nadie más". Y la pregunta infaltable:

©      ¿Qué hago? ¿Y si lo perdono y lo vuelve a hacer?

 

Tenemos tres opciones:

1.   Nuestra primera opción es mantener la distancia, queremos sentirnos protegidos y asegurarnos que no volverá a lastimarnos. Es la natural.

2.   Nuestra segunda opción es pagar los platos rotos con personas que no tienen nada que ver con el asunto. Empezamos a contaminar a otros. Es la carnal.

3.   Nuestra tercera opción es perdonar y entregar esa herida a Dios. El es el único que puede sanar, restaurar y renovar nuestras convicciones y nuestra actitud de servicio y compromiso con los demás. Es la espiritual.

 

Espero que hayas escogido la tercera opción. Si hay alguien que puede entender la traición es Jesús, lee nuevamente el versículo de hoy,  así que Él entiende tu dolor y está presto para sanarte y ayudarte en el proceso. Las heridas son oportunidades para crecer y madurar en la vida. El perdonar no es una opción, es una orden Divina para poder experimentar libertad en las relaciones y en la vida.  Es un proceso que podría tomar un tiempo donde se busca restablecer la confianza, y para hacerlo se requiere compromiso de cambios y responsabilidad. No dejes que las heridas te limiten en tu potencial, que cercenen tus sueños. Dios puede cambiar tu desierto en paraíso si estás dispuesto a perdonar, amar y servir sin esperar nada a cambio.

Dios va a usar tus heridas para bendición de otros, y tú puedes lograrlo.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY TOTALMENTE CONVENCIDO QUE PERDONAR ES EL VALOR DE LOS VALIENTES. SOLAMENTE AQUEL QUE ES BASTANTE FUERTE PARA PERDONAR UNA OFENSA, SABE AMAR. LA TRAICIÓN NO HARÁ MEYA EN MI.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Selichot, Dios del perdón (Nehemías 9:17). Mi amado Rey y Señor, se que los hombres podemos ser lentos para perdonar, pero está en la naturaleza Tuya el perdonar y el deseo de concedernos Tu perdón. Por eso hoy vengo a decirte, gracias Señor Jesús, porque Tú me has ensenado a perdonar y has cargado en Tu cruz todas mis heridas, Tu eres quien sana, restaura y renueva todas mis convicciones día a día, no importa lo que me hagan o las traiciones que sufra, siempre estaré dispuesto a perdonar, amar y servir como Tú lo has modelado. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús de Nazaret. Amén.

 

 
Juan Manuel Lamus O.