miércoles, 19 de abril de 2017

SILBATO

 

DEUTERONOMIO 1:42-44 Pero el Señor me encargó que les dijera: "No ataquen, porque Yo no estoy con ustedes. Si insisten en ir solos, serán aplastados por sus enemigos". Eso fue lo que les dije, pero ustedes no quisieron escuchar. En cambio, se rebelaron otra vez contra la orden del Señor y marcharon con arrogancia a la zona montañosa para pelear. Entonces los amorreos que vivían allí salieron a atacarlos como un enjambre de abejas. Los persiguieron y los vencieron por todo el camino desde Seir hasta Horma. (N.T.V.)


©  ¿Cómo capta Dios nuestra atención?

Un silbato puede captar nuestra atención rápidamente, ¿no le parece? Su sonido se utiliza para controlar el comportamiento indisciplinado, indicar el comienzo o el final de un evento o interrumpir la acción. Cuando es utilizado por un policía en la calle, por un maestro en un patio de recreo o por el árbitro en un juego, el silbato es una señal que nos dice que debemos detenernos para saber la razón de su silbido.


©  ¿Qué usa el Señor para captar nuestra atención?

A veces, su herramienta es un espíritu inquieto, que puede parecer una vaga insatisfacción con la vida. Otras veces, Él usa las palabras de una persona para ayudarnos a reconocer que Él nos está hablando. Bendecirnos de una manera poco común es otro método que Él emplea (Romanos 2:4). En cada caso, debemos detenernos y preguntarle:

-  "Señor, ¿estás tratando de decirme algo?"

Dios permite, a veces, que nuestras oraciones no reciban una respuesta, como una manera de movernos a agudizar nuestro enfoque en Él. O puede decir "no" a nuestra petición, para lograr nuestra atención. Del mismo modo, las decepciones, los fracasos y las dificultades son, de vez en cuando, su herramienta elegida con el mismo propósito. Pero en todos los casos, Él actúa en nuestro beneficio. Si somos sabios, buscaremos al Señor en las tragedias, los reveses financieros y los padecimientos físicos. Dios merece toda nuestra atención, pero nos llenamos de preocupación. Él espera hablar con nosotros, pero algunas veces estamos distraídos mirando nuestras circunstancias. Deje que los acontecimientos de la vida, tanto los agradables como los dolorosos, le muevan a volverse a Dios cada día, a poner toda su atención a su silbato.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTARÉ ATENTO AL SILBATO DE DIOS, ENTONCES DEJARÉ QUE LOS ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA, CUALESQUIERA QUE SEAN, ME AYUDEN A RECAPACITAR Y REFLEXIONAR EN CUANTO LA SENSIBILIDAD QUE DEBO TENER PARA ESCUCHAR CLARAMENTE LA VOZ DE DIOS Y SU PERFECTA INSTRUCCIÓN.

 

ORACIÓN:

Dios Omnipresente, El Rahee, Dios que todo lo ve y todo lo conoce (Génesis 16:13). Mi amado Rey y Señor, Dios Todopoderoso y sabio eres Tú, por eso hoy vengo en búsqueda de esa misma sabiduría de lo alto para siempre estar atento a tus llamados de atención, a ese silbato que capta mi atención y me hace apercibido de lo que pueda ser, aunque tenga apariencia de bueno, algo negativo para mi vida. Gracias mi Señor Jesús porque siempre estas atento y cuidando de mí, pero también sé que mi tarea es afinar mis oídos espirituales para escuchar con claridad tu voz y tu precisa instrucción en toda circunstancia y lugar, y así lo haré. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.