ESCOGER
JOB 13:26,27 ¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi juventud? Pones además mis pies en el cepo, y observas todos mis caminos, trazando un límite para las plantas de mis pies. (V.R.V.)
JOB 21:25 Otros mueren con el ánimo amargado, sin haber disfrutado de lo bueno. (N.V.I.)
© Podemos escoger recibir o no la amargura de los demás y cargarla en nuestro corazón. Lo mejor sería que no la aceptáramos y nos obsequiemos nuestra propia serenidad.
Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo. Al terminar la clase un día, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:
- Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora.
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- ¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- Por supuesto que no. Contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- Bueno, prosiguió el profesor, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.
- No entiendo a qué se refiere. Dijo el alumno confundido.
- Muy sencillo, replicó el profesor, tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad.
- Muchacho, concluyó el profesor en tono gentil, tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa, yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí depende lo que yo cargo en el mío.
Cada día en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón; lo que elijas lo cargarás hasta que tú decidas soltarlo. Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la opción de amargarnos o ser felices.
© ¡Tú escoges!
CONFESIÓN DE FE:
YO ESCOJO HOY SER UNA PERSONA FELIZ Y DESCOMPLICADA, ASÍ QUE NO CARGARÉ MI CORAZÓN CON LA AMARGURA QUE OTROS QUIERAN OFRECERME.
Oración:
Padre Celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Dios y Señor, sé que Tú eres totalmente Amable y trabajas para hacernos amables, a los que en Ti creemos y confiamos, y la vida y sacrificio de tu amado Hijo Jesucristo es el ejemplo supremo de tu amabilidad. Gracias quiero darte hoy, Dios mío, porque Tú me has dado la oportunidad de vivir una vida nueva llena de felicidad y serenidad. En ti está mi verdadera paz, te pido hoy que me protejas de aquellos que quieren poner en mi corazón cosas que no son agradables al tuyo y que a veces por falta de carácter permito que hagan meya en él. Tú eres mi Roca y mi Fortaleza, por lo tanto, yo determino que un ejército de ángeles protectores hará muralla alrededor de mi vida para protegerme de los dardos de amargura que el enemigo me lance. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.