jueves, 6 de julio de 2017

REGLA DE ORO

 

MATEO 22:35-40 Uno de ellos, experto en la ley religiosa, intentó tenderle una trampa con la siguiente pregunta:

-  Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante en la ley de Moisés?

Jesús contestó:

-  "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Toda la ley y las exigencias de los profetas se basan en estos dos mandamientos. (N.T.V.)


©  Regla de oro de Jesús, para amar a los demás.

Jesús dijo a sus discípulos: "Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (Mateo 7:12). A este código de conducta se le conoce, por lo general, como la "Regla de Oro".

 

En teoría, estamos de acuerdo en que es un buen precepto, sin embargo, nos resulta difícil cumplirlo. Si hiciéramos una lista de las maneras que esperaríamos ser tratados, y luego la comparáramos con nuestra propia conducta, probablemente no daríamos la talla. Por supuesto, es fácil amar a quienes nos tratan bien, pero…©  ¿Cómo respondemos cuando somos ofendidos?

La verdad es que el Señor nos manda a amar todo el tiempo. No importa cómo seamos tratados, debemos pensar en las cualidades que valoramos, lealtad, confianza, perdón y aceptación. Lamentablemente, nuestra sociedad estimula el egoísmo, la codicia y el orgullo, que son enemigos del amor que Jesús ordenó, sin embargo, cuando nos preocupamos por los demás de la manera que el Señor dicta, las relaciones pueden hacerse más profundas y crecer. Tratar a los demás con esta clase de amor no es natural ni fácil. En realidad, amar como Jesús mandó es imposible humanamente, pero cuando confiamos en Cristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo nos da fuerzas (Gálatas 2:20).

 

Dedique tiempo para pensar en las maneras en que espera que los demás le traten. Ahora pregúntese:

©  ¿Es así como yo trato a la gente? Pídale a Dios que le revele un aspecto en el que Él quiera ayudarle a poner en práctica la regla de oro.

 

CONFESIÓN DE FE:

SE QUE APLICAR LA "REGLA DE ORO" DE JESÚS PARA AMAR A LOS DEMÁS SIN CONDICIÓN NO ES FÁCIL, PERO LA PRACTICARE EN MI COTIDIANIDAD, DE MANERA QUE SE CONVIERTA EN PARTE DE MI ESTILO DE VIDA.

 

ORACIÓN:

Dios Misericordioso, El Kjesed, Dios de Amor Fiel e Inagotable (Salmo 25:6). Mi amado Señor Jesús, sé que Tú eres el Todopoderoso y tienes una predisposición incondicional y altamente favorable hacia todos nosotros; Dios lleno de misericordia, bondad, lealtad, fidelidad, lleno de ese amor que asume obligaciones elegidas voluntariamente. Y lo sé porque me lo has prodigado sin condición, por eso hoy clamo a Ti, para que ese mismo amor fluya de mí como la "Regla de Oro" para tratar y amar a los demás como yo quiero y espero que me traten a mí, también para que al aplicarla en las relaciones que establezco, ellas sean más profundas y siempre crezcan. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.