martes, 20 de diciembre de 2016

DETESTA

 

PROVERBIOS 6:16-19 El Señor odia seis cosas; mejor dicho, hay siete que Él detesta: los ojos orgullosos, la lengua mentirosa, las manos que matan gente inocente, el corazón que planea hacer el mal, los pies que corren a hacer maldades, el falso testigo que dice mentiras y el que causa problemas entre hermanos. (P.D.T.)


©  Las 7 cosas que Dios detesta y que nosotros también deberíamos detestar.

Vemos claramente en este texto las cosas que Dios detesta, pero sería bueno preguntarse si esta lista coincide con la lista de cosas que nosotros mismos rechazamos.

 

El número siete en la Biblia nos da la idea de algo completo, por lo cual podemos decir que Dios detesta completamente estas cosas porque son consecuencias de la naturaleza pecaminosa del ser humano. Como sabemos Dios ama al pecador, pero detesta el pecado. De igual forma, nosotros debiéramos tener una actitud misericordiosa y compasiva con la persona que comete pecado, pero sin que esto signifique aceptación de las conductas que resultan intolerables para Dios.


©  Las siete cosas que Dios detesta son:

1. Los ojos altivos. Se trata de las personas orgullosas que se sobrevaloran a sí mismas, aquellos que no aceptan correcciones y subestiman a los demás.

2. La lengua mentirosa. El que miente, engaña, falsea la verdad, dice medias verdades que en realidad representan medias mentiras.

3. Las manos que derraman sangre inocente. Los homicidas, los que ejercen toda clase de violencia.

4. El corazón que maquina pensamientos perversos, planes inicuos.

5. Los pies que corren presurosos al mal.

6. El testigo falso que dice mentiras. Una vez más, la falsedad y la mentira es claramente rechazada por Dios.

7. El que siembra discordia entre hermanos. Sabemos que todo lo que se siembra es lo que se termina cosechando. Un dicho popular declara: "el que siembra vientos recoge tempestades". No agrada a Dios la persona que está sembrando "cizaña" entre hermanos.

 

La Palabra habla de todo: del que calumnia, del que genera contiendas en la familia, pero yo creo que también incluye a los que crean conflictos en la "familia espiritual" que es la iglesia.  Por lo tanto, este pasaje es tan rico que incluye al que murmura, al chismoso, al que usa su lengua como un arma para dividir, ofender y dañar, trayendo como consecuencia división, contienda y enemistad. Cuántas veces escuchamos comentarios irresponsables sin siquiera tener el recaudo de medir las consecuencias. Por lo tanto, debemos tener cuidado de "engancharnos" en hablar cosas que no solo no edifican, sino que terminan dividiendo o enfrentando a los miembros de una familia.

 

CONFESIÓN DE FE:

ES BUENO SABER QUE ESTO NO ES UN JUEGO, SINO QUE TODO LO QUE HABLEMOS DE MANERA IMPRUDENTE TENDRÁ SUS CONSECUENCIAS. ES POR ESO QUE TRABAJARÉ EN INTERPRETAR LO QUE DIOS ABORRECE PARA VIVIR EN SU VOLUNTAD.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo (Levítico 19:2). Dios y Señor mío, te doy las gracias por todas las bendiciones que recibo y las pruebas que me impones, ya que por ellas me entero que me tienes en cuenta. Perdóname por todo lo que he hecho, dicho o pensado que no fuera de tu agrado, he pecado Señor y reconozco mis transgresiones, mis iniquidades, mis faltas, pero también me arrepiento, humillado, plenamente convencido, apenado y de corazón contrito y pido tu perdón. No permitas que haga, diga, piense o proyecte cosas que detestas. Mantenme firme y seguro, alejado de todo mal, ayúdame a comenzar este día con una nueva actitud y mucho amor, para hacer lo mejor cada día, y que éste sea de edificación, aclara mi mente y así podré oírte y servirte más y mejor, acelera mi transformación, mantenme firme en tus caminos. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.