miércoles, 1 de abril de 2015

TRAICIÓN

 

LUCAS 22:1-6 Se acercaba el Festival de los Panes sin Levadura, también llamado Pascua. Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa tramaban de qué manera matar a Jesús, pero tenían miedo de la reacción de la gente. Entonces satanás entró en Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, quien fue a ver a los principales sacerdotes y a los capitanes de la guardia del templo para hablar con ellos sobre la mejor manera de traicionar a Jesús. Ellos quedaron complacidos y prometieron darle dinero.  Judas aceptó y comenzó a buscar una oportunidad para traicionar a Jesús de modo que ellos pudieran arrestarlo cuando las multitudes no estuvieran rodeándolo. (N.T.V.)

 

©      Preparado para la traición.

Todos hemos experimentado o sido testigos, en algún momento, de una traición. Y ningún ejemplo en la Biblia lo ilustra más claramente que la historia de Judas, del dolor, la culpa y la vergüenza causados por el pecado.

 

V  Judas tuvo el privilegio de ser escogido como uno de los Doce.

Juan 12:6 dice que tenía bajo su responsabilidad el cuidado del dinero de los discípulos. Pero ese mismo versículo revela una verdad importante acerca de Judas: era un ladrón. Juan apunta que la codicia era la debilidad de Judas. Después de que María ungió los pies del Señor, Judas se quejó, diciendo:

-       "¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?" (Juan 12:5).

V  Pero el versículo que sigue aclara que solo quería el dinero para él.

Uno puede asumir con seguridad que si Judas había llegado al punto de robar dinero de la provisión de Jesús, es porque su codicia no había sido detectada. Ese pecado oculto era todo lo que satanás necesitaba para introducirse en su vida. Y una vez que el enemigo entró, el discípulo "buscaba una oportunidad" para traicionar a Jesús (Lucas 22:6).

V  Primera de Pedro 5:8 dice que el diablo es como un "león rugiente, buscando a quien devorar".

Y en Judas, satanás encontró una víctima dispuesta. Y para ser sinceros, todos tenemos la tendencia natural hacia el pecado.

 

La comunión diaria con Dios evita que los pecados ocultos se conviertan en problemas mayores. Si no es resistido, el "león rugiente" vendrá también por nosotros, cualquiera que sea nuestra debilidad. Pídale al Señor que le revele cualquier pecado que necesite reconocer, y enfréntelo hoy; no permita que el pecado lo lleve por el camino de Judas.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO PERMITIRÉ QUE PECADOS OCULTOS, SIN CONFESAR AL SEÑOR, SEAN PROPICIOS PARA QUE SATANÁS QUIERA PONER EN MÍ UN ESPÍRITU DE TRAICIÓN O ADULTERIO ESPIRITUAL, ESTARÉ SIEMPRE FIRME EN LAS CONVICCIONES QUE LA PALABRA HA TRAÍDO A MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Mashiaj, El Mesías, el Ungido (Juan 4:25,26). Mí amado Señor y Salvador Jesús, creo que Tú eres El "Ungido", el Cristo tan largamente esperado, quien libertaría a Israel, y no solo a ellos, sino que viniste a libertar a la humanidad del pecado y la muerte. Por eso quiero darte gracias hoy y poner a Tus pies todo lo que me sea oculto y pueda convertirse en un pecado no confesado que el enemigo utilice en mi contra y hacerme caer en la tentación de una traición a Ti, a los principios y valores que Tú me has enseñado para mantenerme libre y cubierto siempre por Tu Gracia infinita. Gracias mi amado Dios y Rey por Tu sacrificio, que me liberó del pecado y por ende de la muerte eterna. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.