viernes, 12 de agosto de 2022

¡CREZCAN!

 

2 PEDRO 3:17,18 Queridos amigos, los estoy previniendo con tiempo. Manténganse en guardia para no ser arrastrados por los errores de esa gente perversa y perder la base firme que tienen. En cambio, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A Él sea toda la gloria ahora y para siempre! Amén. (NTV)

 

De los tres primeros pasos que los creyentes deben dar en su fe y que son esenciales para crecer espiritualmente.

 

No son muchas las personas que pueden decir que el día que aceptaron a Cristo alguien les explicó cómo crecer espiritualmente. De hecho, algunos creyentes jamás son discipulados. Dios quiere que sus hijos exhiban la imagen de Cristo, pero no creceremos en nuestra fe y semejanza a Él, a menos que tomemos algunas medidas:

 

1.   Renovar la mente mediante la lectura de la Biblia (Romanos 12:2). Primero, tenemos la responsabilidad de renovar nuestra mente. Aunque Dios nos salva y nos da un nuevo espíritu, no nos da un nuevo cerebro. Nuestras mentes tienen muchas zanjas que han sido cavadas por la rebeldía, el egoísmo y los malos hábitos. Por eso es importante meditar en la Biblia, la cual expresa los pensamientos de Dios. Meditar es más que leer, ya que involucra pensar en lo que significan las palabras y después poner en práctica la verdad. No hay forma de crecer espiritualmente sin guardar las Sagradas Escrituras en nuestra mente.

 

2.    Confesar el pecado (1 Juan 1:9). Un segundo paso hacia la madurez espiritual es estar dispuestos a reconocer y asumir la responsabilidad por las fallas. Cuando negamos nuestros pecados, detenemos el crecimiento, pero cuando confesamos nuestras faltas al Señor, sucede lo contrario, el crecimiento es inevitable.

 

3.    Arrepentirse (Mateo 3:7,8). El tercer paso sigue naturalmente al segundo; después de la confesión debe venir el arrepentimiento. Esto es más que el reconocimiento de haber pecado o la promesa de no hacerlo de nuevo, esto significa que nos comprometemos a dar media vuelta y dirigirnos en dirección opuesta a nuestro pecado, y está implícita la firme intención de no volver a cometer la falta.

 

El propósito del Padre Celestial es que todos los creyentes avancen

hacia su semejanza a Cristo y que su relación con Él crezca cada vez más

¡¡¡Así se da el verdadero Crecimiento Espiritual!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL PADRE CELESTIAL ESTÁ ATENTO A MI CRECIMIENTO Y DESARROLLO ESPIRITUAL, POR ESO HOY DECIDO APLICAR ESTOS TRES PASOS EN MI VIDA, SEGURO QUE ASÍ OBTENDRÉ EL RESULTADO QUE ÉL ESPERA DE MÍ.

 

ORACIÓN:

Padre Santo que estás en el Cielo, Jehová Mekaddesh, el Señor que santifica, que nos hace santos (Levítico 20:7,8). Amado Dios y Señor mío, Jesucristo, me has dejado en claro que sólo Tú, no la ley, puedes limpiar a tu pueblo y hacerlo santo, por eso hoy me presento ante Ti, como uno de los escogidos para ser parte de tu pueblo, a pedirte desde los más profundo de mi corazón, que seas mi apoyo, mi paracleto, para que yo crezca en la medida que Tú quieres y pueda llegar a la plenitud y la estatura de un varón perfecto, maduro espiritualmente, de manera que pueda también ayudar a otros a lograrlo. Gracias, mi amado Señor y Maestro Jesús, porque tu mano estará siempre ahí para enseñarme y perdonarme, si confieso mi pecado y me arrepiento; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri