martes, 7 de octubre de 2014

HIJO DE DIOS

HIJO DE DIOS

 

JUAN 20:30,31 Los discípulos vieron a Jesús hacer muchas otras señales milagrosas además de las registradas en este libro. Pero éstas se escribieron para que ustedes sigan creyendo que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en Él, tengan vida por el poder de Su Nombre. (N.T.V.)

 

©      Jesucristo, el Hijo de Dios.

En el pasaje bíblico que estudiamos hoy, Juan quiere que sepamos "que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios" (Vs.31 VRV). Pero…

©      ¿Por qué es tan importante que creamos que Él es el Hijo de Dios?

 

La razón más obvia es porque nuestra salvación, y por tanto nuestro destino eterno, depende de nuestra fe en esta verdad. Pero, después de ser salvos, la Divina Identidad de Cristo debe seguir transformándonos.

1.   El Hijo ofrece una comprensión más profunda del Padre.

Puesto que Jesús es Dios y hombre, Él está singularmente capacitado para ayudarnos de esta manera. Cuando estudiamos Su vida, los aspectos del carácter y los caminos de Dios que son difíciles de captar por nuestra mente humana, cobran vida por la enseñanza y el ejemplo de Cristo.

2.   También nos muestra lo que podemos llegar a ser.

El Padre ha prometido transformar a cada uno de sus seguidores a la semejanza de su Hijo. Aunque nunca seremos perfectos, ni tendremos los atributos Divinos de Cristo, podemos tener Su carácter en nuestras vidas si nos sometemos al Espíritu Santo. Cristo es nuestro ejemplo de las actitudes, palabras y acciones que agradan a Dios Padre.

3.   Otra manera como el Señor nos afecta, es inspirándonos gratitud.

Reconocer el sacrificio que Él hizo por nosotros al dejar las glorias del cielo para ser nuestro Salvador, nos llena de alabanza y agradecimiento.

 

Permita que Jesús le motive a tener una vida de pureza. Puesto que Él mora en cada creyente por medio de su Santo Espíritu, en nuestras vidas no tienen cabida pensamientos, actitudes, palabras y acciones egoístas y pecaminosas. Esté consciente de que Él está siempre con usted, y deje que Él dirija sus decisiones y purifique su vida.

 

CONFESIÓN DE FE:

COMO SEGUIDOR DE CRISTO CREO QUE ÉL ES EL HIJO DE DIOS Y QUE MORA EN MÍ PERMANENTEMENTE POR MEDIO DE SU ESPÍRITU SANTO, POR TANTO DEJARÉ QUE EL DIRIJA MIS ACCIONES Y PURIFIQUE MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai Mekaddesh, el Señor que Santifica (Ezequiel 37:28). Mi Dios y Señor, Hijo del Altísimo, se que eres Santo, Único, Especial y Singular. No hay nadie ni nada como Tú. Yo sé, mi Señor, que la santidad viene de acercarse a Adonai Mekaddesh, y mientras más nos acerquemos más santos seremos, por eso hoy vengo a Tu Presencia en busca de esa dirección, de la instrucción suficiente y necesaria para llevar a cabo los propósitos por los cuales me has creado, y llevar una vida de pureza que refleje el Cristo que hay en mí y la transformación de mi corazón y mis actitudes. Gracias Señor Jesús, Hijo de Dios, por ser mi modelo de vida. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.