jueves, 15 de septiembre de 2022

ORACIÓN Y ESPÍRITU

 

JUAN 14:16-19 Si me aman, obedezcan mis mandamientos. Y Yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce; pero ustedes sí lo conocen, porque ahora Él vive con ustedes y después estará en ustedes. No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán. Dado que Yo vivo, ustedes también vivirán. (NTV)

 

De cómo estar plenamente convencidos de que, si entendiéramos de verdad lo que sucede durante nuestros tiempos de oración, invocaríamos al Señor con mayor frecuencia y con mayor confianza.

 

¡¡¡Las Oraciones del Seguidor de Jesucristo no son solo palabras!!!

Tenemos el Espíritu Santo, quien es nuestro medio de comunicación con Dios

y quien lleva nuestras necesidades al Señor

 

El Espíritu Santo es parte de la Trinidad, así que conoce la mente de Dios de manera íntima (1 Corintios 2:11). Por ser Omnisciente y Omnipotente como el Padre, comprende por completo las circunstancias por las que oramos, incluso lo que no se ve o que nos desconcierta. Además, el Espíritu habita en cada creyente y conoce la mente y el corazón de cada uno de nosotros. Con este pleno conocimiento, el Espíritu Santo puede llevar a cabo su tarea de asegurarse de que nuestras peticiones coincidan con los deseos del Padre. A tal efecto, Él habla en nuestro espíritu y abre nuestra mente a las Sagradas Escrituras. El hecho de que Dios da su Espíritu a todos los creyentes revela el valor que le da a la comunicación entre Él y sus hijos. Y así, nuestro Padre Celestial provee el mejor Ayudador posible para asegurarnos de que podemos estar en sintonía con su voluntad; en otras palabras, siendo sabios, pacientes y entregados del todo a Él. Pero no tendremos ninguna de esas cualidades a menos que cultivemos el hábito de hablar con el Señor.

 

Los cristianos no debemos sentirnos culpables por no estar seguros de cómo orar. El Espíritu Santo que mora en nosotros conoce nuestras necesidades y deseos, así como también la mente y la voluntad del Padre y los detalles de cada situación.

El Espíritu Santo habla a Dios a nuestro favor y nos enseña a orar.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY CONVENCIDO DE QUE EL DIOS OMNISCIENTE Y OMNIPRESENTE QUE VIVE DENTRO DE MÍ, EL ESPÍRITU SANTO, ME AYUDA PARA ESTAR EN SINTONÍA CON DIOS, ASÍ QUE ACUDIRÉ A ÉL EN TODA CIRCUNSTANCIA Y PRINCIPALMENTE EN LA ORACIÓN, AUNQUE A VECES NO TENGA LA SEGURIDAD DE LAS PALABRAS CON LAS QUE DEBO DIRIGIRME AL SEÑOR.

 

ORACIÓN:

Espíritu Santo de Dios, Parákletos, Nuestro Ayudador Divino, de manera especial en la oración (Juan 14:26). Gracias, infinitas gracias quiero darte hoy, Espíritu Santo, por ser mi intermediario en la comunicación con el Señor, además de ser ese consuelo en toda circunstancia adversa por la que yo pueda estar pasando o la que vaya a pasar, pues sé que tu mano poderosa que me levanta estará siempre dispuesta y pronta para hacerlo; solo te clamo hoy para que mi fe, mi certeza y mi convicción nunca desfallezcan ante la falta de elocuencia en la oración, pues sé que realmente no es lo más importante, sino Tú, actuando como esa ayuda Divina, siempre oportuna y conocedora de la mente de Dios. Gracias Padre Celestial por tu Santo Espíritu que me guía y me ayuda en mi comunión contigo; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri