jueves, 2 de julio de 2015

CARNADA

 

GÉNESIS 25:29-34 Cierto día, mientras Jacob preparaba un guiso, Esaú regresó del desierto, agotado y hambriento. Esaú le dijo a Jacob: ¡Me muero de hambre! ¡Dame un poco de ese guiso rojo! (Así es como Esaú obtuvo su otro nombre, Edom, que significa "rojo"). Muy bien, respondió Jacob, pero dame a cambio tus derechos del hijo mayor. Mira, ¡me estoy muriendo de hambre!, dijo Esaú. ¿De qué me sirven ahora los derechos del hijo mayor? Pero Jacob dijo: Primero tienes que jurar que los derechos del hijo mayor me pertenecen a mí. Así que Esaú hizo un juramento, mediante el cual vendía todos sus derechos del hijo mayor a su hermano Jacob. Entonces Jacob le dio a Esaú guiso de lentejas y algo de pan. Esaú comió, y luego se levantó y se fue. Así mostró desprecio por sus derechos del hijo mayor. (N.T.V.)

 

©      De la carnada del placer momentáneo.

Usted probablemente haya leído la historia de Jacob y Esaú, y pensado:

-       No puedo creer que Esaú haya vendido su primogenitura por un plato de lentejas. ¡Qué necio!

 

Pero pensemos más allá de primogenituras y del plato de lentejas…

©      ¿Hay algo de verdadero valor que usted está negociando por algo de menor valor? En otras palabras, ¿cuál es su "plato de lentejas"?

©      ¿Se ha dedicado a perseguir la riqueza y dedicarse a una carrera a expensas de su familia?

Tal vez su ocupada agenda le ha impedido pasar tiempo con Dios en su Palabra cada día. Algunas personas se involucran en relaciones extramaritales, dejando a su familia por la satisfacción de sus deseos lujuriosos, otras sacrifican su salud consumiendo sustancias dañinas o adictivas, o excediéndose en la comida, y la lista es interminable. Algunas decisiones que tomemos hoy pueden robarnos las bendiciones que Dios quiere darnos. Cuando usted cede a la tentación en un momento de debilidad, está sacrificando su futuro por el placer momentáneo, no podemos basar nuestras decisiones en deseos o sentimientos inmediatos, puesto que el principio de la siembra y la cosecha no puede invalidarse, tenemos que considerar cuidadosamente lo que estamos plantando. La cosecha vendrá, y cosecharemos lo que hayamos sembrado, y más de lo que hayamos sembrado.

©      ¿Ha pensado usted hacer algo que podría tener graves consecuencias a largo plazo? Una persona sabia evalúa las opciones de antemano para ver qué consecuencias pudieran acarrearle sus acciones.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO PERMITIRÉ QUE LA CARNADA DE UN PLACER MOMENTÁNEO, DETENGA LOS PLANES MARAVILLOSOS QUE DIOS TIENE PARA MÍ, SIEMPRE EVALUARÉ LAS OPCIONES Y LAS POSIBLES CONSECUENCIAS DE MIS DECISIONES.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Nissi,  El Señor es mi Bandera (Éxodo 17:15). Mi amado Señor Jesucristo,  Admirable Consejero, eres nuestra Bandera o Estandarte, en medio de las batallas de la vida podemos verte Alto y Levantado, y puestos nuestros ojos en Ti y siguiéndote sin condición seremos milagrosamente victoriosos. Gracias quiero darte hoy mi amado Señor por tu cuidado permanente y por no permitir que la tentación de los placeres momentáneos siembren en nosotros una semilla para destrucción, sino que por lo contrario, tu guía y dirección permanentes nos llevan a ser cuidadosos al evaluar las opciones y tomar las decisiones de acuerdo a tu instrucción, dada a través de tu Palabra. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.