jueves, 31 de julio de 2014

FUENTE

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JOSUÉ 1:8,9 Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Mi mandato es: "¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas". (N.T.V.)

 

©      Estudiar, meditar en la Palabra de Dios es la fuente de la valentía.

El mensaje de Josué, capítulo 1, es para todos los hijos de Dios. Los principios eternos de la Palabra de Dios son tan pertinentes para nosotros hoy como lo fueron para el antiguo pueblo hebreo. La orden del Señor de esforzarnos y ser valientes sigue estando vigente, ya que su promesa está con nosotros en todas las circunstancias. Además, sigue siendo cierto que la fe y la valentía se desarrollan en los creyentes que meditan con regularidad en la Palabra.

 

El temor, la antítesis de la valentía, nace de la desobediencia al Señor, de la falta de fe en Él, y de las dudas acerca de su voluntad o sus caminos. El peso y el inhibidor poder del temor pueden paralizar a una persona como los grilletes a un preso. Pero la Biblia contiene verdades, promesas y principios que rompen esas cadenas.

 

©      ¿Ha notado usted alguna vez que enfocar la mente en la Palabra de Dios sosiega su espíritu?

En ese silencio, la fe hace que el temor se esfume. Las revelaciones de Dios en cuanto a sí mismo en la Biblia son capaces de agudizar nuestra percepción en cuanto a todo lo que estemos enfrentando. Podemos ver la verdadera naturaleza de un asunto, que no es más grande que nuestro Dios. Como resultado, nos quitamos el peso de nuestras cargas y, en vez de eso, desarrollamos una confianza arraigada profundamente en la bondad y la soberanía de Dios. Esa es la definición de valentía.

 

La exhortación de Dios a Josué: "Esfuérzate y sé valiente" (Vs.9), es también para los creyentes de hoy; al igual que los israelitas, luchamos hoy contra enemigos poderosos.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO CEDERÉ AL TEMOR, SINO ROMPERÉ SU CONTROL CON LAS PODEROSAS PALABRAS DE LA BIBLIA, Y VIVIRÉ CON CONFIANZA; PUES LA PALABRA DE DIOS ES LA VERDADERA FUENTE DE MI VALENTÍA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Gibor, el Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Dios mío Tu eres un guerrero poderoso y la fuerza mayor en todo el universo; si mi Señor, el principado esta sobre tu hombro; y se llama tu nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo porque Tú eres la fuente real y verdadera de mi valentía, pues yo puedo estar seguro y convencido de que de tu mano y estudiando cuidadosa, constante y diligentemente tu Palabra seré un esforzado y valiente hombre de Dios, que tiene asegurada la victoria ante cualquier enemigo o hueste de maldad. Gracias mi Señor Jesús por tu respaldo a mi obediencia. Amén.


Juan Manuel Lamus O.