lunes, 3 de agosto de 2015

SANTIDAD

 

HEBREOS 12:12-14 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (V.R.V.)

 

  • ¿Qué es la santidad según la palabra de Dios?

Hoy somos más de ocho mil millones de seres humanos respirando en este planeta, y sin embargo, nadie tiene las mismas huellas digitales, y nadie tiene el mismo iris en sus ojos.

  • ¿Por qué, entonces, hacer las cosas como los demás?

 

Dios no se equivocó al hacernos diferentes, sino al contrario, Dios nos hizo diferentes para que podamos regalarle al mundo una mirada que nadie más tiene y podamos dejar una marca con nuestras manos que nadie más puede dejar, y cada vez estoy más convencido que esta singularidad anhela un romance apasionado con el plan de Dios para nuestras vidas y su intención detrás de su insistencia a que vivamos en santidad.

  • ¿Qué es la santidad según la Palabra de Dios, después de todo?

Cuando reviso la santidad bíblica y la contrasto con la santidad de la religión que se enseñó por siglos, me doy cuenta que la verdadera santidad es mucho más emocionante de lo que me contaron. Esta santidad es peligrosa para una vida simple, plana. Es una asesina para la hipocresía y el conformismo y el más poderoso antídoto contra la falta de originalidad.

 

Ser santos tiene que ver con confiar en Dios y su diseño, y por eso es que no se puede ser santos sin fe y sin ser diferentes. La santidad bíblica tiene que ver con disfrutar la emocionante aventura de hacer la voluntad de Dios para nuestras vidas, de entender el diseño Divino detrás de nuestras personalidades y circunstancias, y de abrazar el precioso propósito de nuestro destino. Si hasta ahora no te lo preguntaste, llegó la hora de hacerte esta pregunta:

  • ¿Por qué siendo especial vas a vivir una vida común y corriente?

 

CONFESIÓN DE FE:

DIOS ME HIZO ESPECIAL, ÚNICO Y SU HISTORIA ENTRELAZADA A LA MÍA ME REGALA LA BELLEZA DE SU GRACIA PARA QUE EL GUIÓN DE MI VIDA SEA APASIONANTE; ASÍ QUE NO SEGUIRÉ VIVIENDO UNA VIDA COMÚN Y CORRIENTE.

 

ORACIÓN:

Padre Santo que estas en el Cielo, Jehová Mekaddesh, Señor que nos santifica (Ezequiel 37:28). Sé que La santidad viene de acercarse a Adonai Mekaddesh y mientras más nos acerquemos a Él, más santos seremos. Mi Señor Jesús, eres Dios que aparta un pueblo escogido, santo para Ti, un real sacerdocio, un pueblo propio, limpias nuestro pecado y nos ayudas a madurar, gracias quiero darte por escogernos como tus santos; pero no quiero ser un santo de yeso que solo sirva para adornar una casa, sino un santo vivo que cada día pueda experimentar el fruto del Espíritu: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22,23); y poner ese fruto a tu servicio. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por hacernos santos, a todos los que en Ti creemos y practicamos tu estilo de vida. Amén.



Juan Manuel Lamus O.