viernes, 20 de abril de 2018

PREMIA

 

LUCAS 5:1-11Cierto día, mientras Jesús predicaba en la orilla del mar de Galilea, grandes multitudes se abalanzaban sobre Él para escuchar la Palabra de Dios. Jesús notó dos barcas vacías en la orilla porque los pescadores las habían dejado mientras lavaban sus redes. Al subir a una de las barcas, Jesús le pidió a Simón, el dueño de la barca, que la empujara al agua. Luego se sentó en la barca y desde allí enseñaba a las multitudes. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:

-      Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar.

-      Maestro, respondió Simón, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si Tú lo dices, echaré las redes nuevamente.

Y esta vez las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse! Un grito de auxilio atrajo a los compañeros de la otra barca, y pronto las dos barcas estaban llenas de peces y a punto de hundirse. Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:

-      Señor, por favor, aléjate de mí, soy demasiado pecador para estar cerca de Ti.

Pues estaba muy asombrado por la cantidad de peces que habían sacado, al igual que los otros que estaban con él. Sus compañeros, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, también estaban asombrados. Jesús respondió a Simón: 

-      ¡No tengas miedo! ¡De ahora en adelante, pescarás personas! 

Y, en cuanto llegaron a tierra firme, dejaron todo y siguieron a Jesús. (NTV)

 

♥ Dios premia la obediencia.

Un simple pescador se convirtió en uno de los principales fundadores de la Iglesia primitiva al ser obediente. Simón Pedro se comprometió a seguir a Jesucristo y recibió muchas bendiciones como resultado.

 

Después de una noche infructuosa en el mar, Pedro estaba cansado y desanimado. Pero cuando el Señor Jesús le pidió prestada su barca, él estuvo de acuerdo. Y cuando el carpintero le dijo al pescador que echara las redes para pescar, Pedro obedeció a pesar de su experimentado criterio. Su obediencia al Señor le produjo una ganancia inmensa, y mejor aun, vio a Jesús como lo que era: el Señor. Así como sus redes se ensancharon con la desbordante pesca, la fe de Pedro también se hizo más grande ese día. Estaba tan seguro de la autoridad de Jesús, que renunció a las herramientas de su oficio y se convirtió en un "pescador de hombres" (Vs.10,11). Y con el tiempo vinieron más recompensas: milagros en Nombre de Cristo (Hechos 9:33-42). La obediencia era el estilo de vida de Pedro; cuando el Señor le decía que hiciera algo, no se dilataba (Mateo 16:15-17). Sabía quién era Jesús, y ayudó a establecer la Iglesia sobre el firme fundamento del mesiazgo de Cristo. Pedro predicó en Pentecostés (Hechos 2:14-36), llevó el cristianismo a los gentiles (Hechos 11:1-18), y escribió dos epístolas de la Biblia.

 

A veces, pensamos: ¿Cómo puede Dios usar a alguien como yo? La vida del apóstol Pedro demuestra que el Señor prepara a quienes Él llama. 

♥ Y cuando un creyente obedece fielmente, Dios lo recompensa.

 

CONFESIÓN DE FE:

ES CLARO QUE LOS ATAJOS NUNCA LLEVAN ADONDE EL SEÑOR QUIERE QUE ESTEMOS. SIN EMBARGO, EL LARGO CAMINO ESTÁ LLENO DE SIERVOS FIELES, COMO PEDRO, QUE NOS SIRVEN DE EJEMPLO PARA ESPERAR RECIBIR EL PREMIO A LA OBEDIENCIA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Rahee, el Dios que ve, el Todopoderoso que ve y conoce todo (Génesis 16:13). Mi Señor Jesús hoy clamo a Ti, Dios lleno de sabiduría y conocimiento, para que me ayudes a poder, sin condiciones ni dudas, adaptarme a tu calendario, aceptar tus tiempos, con la seguridad y la convicción de que Tú sabes que es lo mejor para mí y cuál es el momento adecuado y perfecto para recibirlo. Estoy dispuesto a esperar paciente y obedientemente, seguro de que todo saldrá bien, de acuerdo a tu buena, agradable y perfecta voluntad; por eso tendré un corazón sumiso a tu dirección para recibir el premio a la obediencia. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.