miércoles, 10 de diciembre de 2014

PERSEVERANDO

PERSEVERANDO

 

Juan 14:13,14 Pueden pedir cualquier cosa en Mi Nombre, y Yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. Es cierto, pídanme cualquier cosa en Mi Nombre, ¡y Yo la haré! (N.T.V.)

 

©      Del ejercicio espiritual de perseverar en la oración.

La Biblia dice que:

Ø  Moisés clama a Dios, y el mar es dividido. 

Ø  Ana ora, y nace Samuel. 

Ø  Asa ora, y obtiene una victoria. 

Ø  Daniel ora, y le son reveladas las setenta semanas. 

Ø  Nehemías ora, y el corazón del rey se ablanda en un minuto. 

Ø  Elías ora, y la lluvia desciende a la tierra. 

Ø  Eliseo ora, y el Jordán es dividido. 

Ø  Jesús ora en el Getsemaní, y fue fortalecido para enfrentarse al sufrimiento que iba a vivir. 

Ø  La iglesia ora ardientemente, y Pedro es libertado por un ángel. 

Ø  Pablo y Silas oran y cantan, y las puertas de la prisión les son abiertas y caen las cadenas de todos los presos.

 

Si en toda la Palabra de Dios, encontramos ejemplos de personas que en oración alcanzaron u obtuvieron los resultados que buscaban…

©      ¿Por qué no imitar su proceder y orar?

No sólo por momentos, sino en todo tiempo, porque creo que el éxito que lleguemos a tener o que anhelamos tener, está fundamentado en perseverar en la oración.

 

Pablo, en 1 Tesalonicenses 5:17, nos exhorta a orar en todo tiempo; en otras palabras decía: "Nunca dejen de orar" (NTV).

Y en Romanos 12:12 indica: "Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración". (NVI)

Necesitamos ser mujeres y hombres de oración, ya sea que estemos pasando por tiempos difíciles o estemos viviendo tiempos de quietud; debemos seguir orando porque en la oración encontramos la paz, la fortaleza, la respuesta, el consuelo, la sabiduría, la esperanza y la fe que tanto precisamos para seguir adelante.

CONFESIÓN DE FE:

NO SUBESTIMARE EL PERSEVERAR EN LA ORACIÓN YA QUE EN ELLA SE SUSTENTA MI VIDA DE LA GLORIA Y FUERZA DEL INFINITAMENTE PODEROSO DIOS DEL UNIVERSO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El HaKavod, El Dios de Gloria (Salmo 29:3). Dios mío, Tú mismo eres hermoso y eres la fuente de toda belleza y creatividad, por eso quiero hoy orar como el salmista cuando pide: ¡Hijos de Dios, aclamen al Señor, aclamen Su gloria y Su poder! ¡Aclamen el Nombre Glorioso del Señor! ¡Adoren al Señor en el esplendor del Templo! Que el Señor proteja a su pueblo y lo bendiga brindándole paz. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por enseñarme a ser un hombre de oración permanente, perseverare en ella para alcanzar Tu Gloria y experimentar Tu bendición abundante. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.