martes, 22 de julio de 2014

LA CLAVE

 

LA CLAVE

 

JUAN 13:12-17 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó:

-       ¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman "Maestro" y "Señor" y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que Yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que Yo he hecho con ustedes. Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas. (N.T.V.)

 

©      De la clave para el servicio. (Leer Juan 13:1-17)

Algunos cristianos aún no han entendido que el verdadero servicio es más que asistir a la iglesia; implica dedicar nuestras vidas al servicio de los demás. Jesús demostró esto cuando lavó los pies de los discípulos en el aposento alto durante la Última Cena.

©      El ejemplo del Señor nos enseña que la clave es: "La humildad".

A menos que estemos dispuestos a inclinarnos y a ensuciarnos las manos para servir a los demás, no habremos entendido cuál es la clave del servicio.

 

Además, un siervo verdadero…

1.   No espera que le pidan ayuda. 

Nadie le pidió a Jesús que fuera y lavara los pies de los discípulos. Así como Él vio e hizo lo que era necesario, un siervo verdadero está alerta para identificar la necesidad y luego servir como voluntario para atenderla. Lo hará calladamente sin buscar ningún reconocimiento o recompensa. Está satisfecho y muy gozoso por el simple hecho de ayudar al prójimo.

2.   Debe aprender a recibir y también a dar. 

Esto es, por lo general, muy difícil para un siervo. Jesús dijo a sus discípulos que si no le permitían que les lavara los pies, no tendrían parte con Él. Pedro se había negado rotundamente porque era demasiado orgulloso para recibir tal atención (Vs.8). No debemos estar tan atados a los convencionalismos o al orgullo, que digamos no a alguien que, por amor, desee "lavar nuestros pies", es decir servirnos.

 

Como seguidores de Cristo, debemos verlo a Él como nuestro ejemplo de siervo. Si Dios mismo tomó "la naturaleza de siervo" (Filipenses 26,7 NVI) para hacer una tarea tan humilde para sus discípulos…

©      ¿Qué excusa podemos presentar nosotros para no servir a los demás?

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTARÉ DISPUESTO A SERVIR A MIS SEMEJANTES EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y LUGAR, SIN CONDICIÓN ALGUNA, SIN ESPERAR A QUE ME PIDAN LA AYUDA Y SIN ESPERAR NADA A CAMBIO. IMITARE A JESÚS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El HaGadol, El Gran Dios (Deuteronomio 10:17). Dios mío eres Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, y que les sirves a todas sin ninguna condición. Gracias quiero darte hoy por tu amor, tu misericordia y tu disponibilidad permanente y absoluta; y de paso pedirte que pongas en mi corazón ese espíritu de humildad, que pueda yo tomar esa "naturaleza de siervo" que Tu tomaste y modelaste, y permitir también que otros puedan servirme, sin que yo lo impida por orgullo o convencionalismos; y en ambos casos poder sentir el gozo de ser un verdadero seguidor tuyo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por darme la clave de la humildad para servir. Amén.


Juan Manuel Lamus O.