viernes, 9 de julio de 2021

¿CRISTIANO O RELIGIOSO?

 

LUCAS 6:1-5 Cierto día de descanso, mientras Jesús caminaba por unos terrenos sembrados, sus discípulos arrancaron unas espigas de grano, las frotaron entre sus manos para sacarles la cáscara y se comieron los granos. Algunos fariseos dijeron:

-       ¿Por qué violan la ley al cosechar granos en el día de descanso?

Jesús les respondió:

-       ¿Acaso no han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre? Entró en la casa de Dios y violó la ley al comer los panes sagrados que solo los sacerdotes pueden comer, y también les dio una porción a sus compañeros.

Entonces Jesús agregó:

-       El Hijo del Hombre es Señor incluso del día de descanso. (NTV)

 

Religioso o cristiano auténtico ¿En dónde se ubica usted?

Historia de la vida real:

Cuando el joven llegó a la madrugada, perdido en una somnolencia que Irma comprendió, era la consecuencia de pasar la noche consumiendo drogas, tocó levemente a la puerta, pero su madre salió a la ventana y bastante airada le dijo:

-       "No dormirás hoy aquí. Estás drogado. Y si te acepto como andas, sumido en el pecado, seré yo la que lleve la peor parte porque Dios dice que a 'quien sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado'." Tras decirlo, cerró la ventana.

Leonel, el muchacho, fue asesinado una cuadra después. Lo iban a robar. Él por su parte, y ante la negativa de su madre, se dirigía a la banca de un parque para terminar su resaca.

 

No es invención, es realidad. Irma trató de justificarse con un versículo, en Santiago 4:17. Pero olvidó tantos y tantos versículos que hablan de amor, de misericordia, de comprensión, de tolerancia. Y, además, ese pasaje bíblico que esgrimió, lo estaba utilizando fuera de contexto. Aunque no se puede negar que es una mujer buena, carga con la culpa de haber contribuido a la muerte de su hijo. "¿Por qué lo hice?", suele recriminarse, con lo cual también está negando que Dios nos perdona cuando reconocemos nuestros errores, nos arrepentimos y pedimos perdón al Señor.

 

Sólo hay una palabra para categorizar este tipo de comportamientos: ¡Religiosidad!

En esa actitud caen millares de personas diariamente en todo el mundo, creen que, obrando así, a rajatabla e incluso acudiendo a uno que otro pasaje bíblico para justificarse, serán bien vistos por Dios. ¿Es usted de este tipo de personas? ¿Se justifica en algunos versículos para dañar a su familia, castigar a sus hijos, cuestionar a su cónyuge o quizá, señalar los errores de sus compañeros de trabajo o estudio?

Si descubre que es así, llegó el día de tomar la decisión de cambiar. En el pasaje que estudiamos hoy podemos ver una escena en la cual nuestro amado Salvador Jesucristo impartió una tremenda enseñanza en contra de la religiosidad. Cuando permitimos que el amor de Dios gobierne nuestro ser, aplicamos un principio fundamental: La comprensión y el equilibrio. Es ponernos en los zapatos de nuestra pareja, de nuestros hijos, de nuestros amigos. Admitir que si ellos fallan, nosotros también lo hemos hecho.

 

¡¡¡Cuando decidimos emprender una nueva vida como cristianos, es necesario

que le pidamos a Dios sabiduría para actuar apropiadamente en cada caso!!!

Es una forma de vivir a Cristo de manera apropiada donde quiera que

nos desenvolvamos y en los espacios en los que ejercemos influencia

 

¡Hoy es el día para cambiar la religiosidad por el cristianismo auténtico!

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE CAER EN RELIGIOSIDAD NO ES OTRA COSA QUE DEJAR QUE EL FUNDAMENTALISMO ME GOBIERNE Y CREER QUE LAS COSAS DEBEN SER DE TAL O CUAL MANERA SIMPLEMENTE PORQUE YO LAS ASUMO ASÍ; ENTONCES NO ME LO PERMITIRÉ, SERÉ UN CRISTIANO AUTÉNTICO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Echad, el Dios Único y Verdadero (Malaquías 2:10). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, yo estoy plenamente convencido que Tú eres el Dios Único, Verdadero y Todopoderoso, y me rindo ante tu presencia para ser un verdadero seguidor tuyo. Pero hoy clamo a Ti para que esta verdad absoluta no se convierta en motivo de religiosidad en mi vida, que no tenga yo que imponer a nadie mis convicciones, sino que mi ejemplo de esa nueva vida que me has dado y tu Espíritu Santo actuando en ella, sean los que den testimonio de tu realidad, de tu existencia y el trabajo que ejerces sobre cada uno de los que en Ti creemos y confiamos. Quiero ser influyente en mi entorno, pero por mi auténtico cristianismo y no por religiosidad. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

 

Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri