lunes, 6 de diciembre de 2021

PEQUEÑITOS DE DIOS

 

LUCAS 2:1-5 En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano. (Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria). Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo. Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, quien estaba embarazada. (NTV)

 

De cómo nuestro Gran Dios dispone todo de una manera sobrenatural, contundente y especial para sus pequeños hijos. Es así como el advenimiento es un gran acontecimiento diseñado para los pequeñitos de Dios

 

¿Alguna vez ha pensado en qué tan sorprendente es que Dios ordenó de antemano que el Mesías naciera en Belén (como lo muestra la profecía de Miqueas 5); y que dispuso las cosas de tal manera que cuando llegó el momento, la madre y el padre legal del Mesías estuvieran viviendo en Nazaret; y que, para cumplir su Palabra y para traer dos personas pequeñas a Belén en esa primera navidad, Dios puso en el corazón de César Augusto que todo el mundo romano fuera empadronado o censado en su pueblo de nacimiento?

 

¿Se ha sentido alguna vez, como yo, pequeño e insignificante en un mundo de 7.8 billones de personas, donde todas las noticias se tratan de grandes movimientos políticos, económicos y sociales, y de personas sobresalientes de mucho poder y prestigio?

 

Si usted se ha sentido así, no deje que eso le desanime o le quite la felicidad, porque…

 

Está implícito en las Escrituras que todas las inmensas fuerzas políticas

y todas las gigantes complejidades industriales, sin ni siquiera saberlo,

están siendo guiadas por Dios, no para su propia ganancia, sino…

¡¡¡Para el provecho de la gente pequeña de Dios!!!

 

Como, por ejemplo, la pequeña María y el pequeño José, quienes tuvieron que ir de Nazaret a Belén, donde ocurrió el advenimiento; esta es una evidencia de como Dios usa todo un imperio para bendecir a sus hijos.

 

No piense que, por experimentar adversidad, la mano de Dios se ha acortado. No es nuestra prosperidad, sino nuestra santidad lo que Él busca con todo su corazón. Y con ese propósito, Él gobierna el mundo. Como Proverbios 21:1 RVA'15, dice:

Como una corriente de agua es el corazón del rey en la mano del Señor, quien lo conduce a todo lo que quiere.

 

Nuestro Dios es un Dios Grande para gente pequeña, y tenemos una gran razón para regocijarnos, y es que…

 

CONFESIÓN DE FE:

SIN SABERLO, TODOS LOS REYES, LOS PRESIDENTES, LOS PRINCIPALES Y LOS GOBERNANTES DEL MUNDO SIGUEN LOS DECRETOS SOBERANOS DE NUESTRO PADRE EN LOS CIELOS, PARA QUE NOSOTROS, SUS HIJOS, SEAMOS CONFORMADOS A LA IMAGEN DE SU HIJO, JESUCRISTO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El HaGadol, el Gran Dios (Deuteronomio 10:17). Mi amado Señor Jesucristo, Tú eres Dios grande en muchas maneras: tu naturaleza, tus atributos, tus obras, tu amor, tu misma grandeza y, por supuesto, tus planes para nosotros tus pequeños hijos, los que en Ti creemos y en Ti confiamos. Esos planes no solo son grandiosos, sino que podemos estar seguros de que viniendo de Ti darán resultado, es decir que nosotros daremos fruto, y además reflejaremos tu gloria y te daremos honra sirviendo a nuestros semejantes, viviendo una vida de acuerdo con lo que somos, representantes de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Gracias Padre Celestial por ser ese Dios Grande para nosotros, tus pequeñitos. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri