miércoles, 22 de junio de 2016

ETERNAS

 

SALMO 40:1-4 Pacientemente esperé al Señor, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán, y confiarán en el Señor. Bienaventurado el hombre que pone su confianza en el Señor y no vuelve la mirada a los soberbios ni a los que se enredan con la falsedad. (R.V.A.'15)


©  Las recompensas de la paciencia son eternas.

La Biblia contiene muchas historias de personas que esperaron años o incluso décadas antes de que las promesas del Señor se cumplieran. Lo que los creyentes modernos pueden aprender de la paciencia de siervos como Abraham, José, David y Pablo, es que esperar en el Señor tiene recompensas eternas.

 

Veamos hoy al monarca más memorable de Israel. David era el heredero elegido al trono de Israel, pero pasó años esquivando la furiosa persecución del rey Saúl. A pesar de haber tenido dos oportunidades diferentes para vengarse, David resistió la tentación y no le quitó la vida al rey Saúl. Prefirió seguir el plan de Dios para su coronación, en vez de deshonrar al Señor matando al rey. Los salmos de David revelan su conocimiento de la obra de Dios en su vida. No solo logró su objetivo por su paciencia, sino que también se dio cuenta de que la dirección de Dios era siempre la mejor.

 

David dejó un testimonio extraordinario de la fidelidad de Dios para ser leído y meditado. Tomó la decisión de esperar en el Señor, y el resultado tuvo la aprobación y la bendición del Padre Celestial. No podemos subestimar la recompensa de vivir bajo la aprobación Divina, esto no es una condición especial reservada para "gigantes de la fe" como David. Todos los que esperan obedientemente hasta que el Señor actúe en favor de ellos, permanecen en su Gracia. David no recibió bendiciones por ser especial, fue honrado entre los hombres porque honraba al Señor por encima de todo, y porque confiaba en la fidelidad de Dios, soportó las dificultades con paciencia.

©  Nosotros, también, podemos contar con que seremos bendecidos si esperamos en el Señor con paciencia, pues sus recompensas son eternas.

 

CONFESIÓN DE FE:

COMO DICE LA REFLEXIÓN DE HOY, CREO QUE TODOS LOS QUE ESPERAN OBEDIENTEMENTE HASTA QUE EL SEÑOR ACTÚE EN FAVOR DE ELLOS, PERMANECEN EN SU GRACIA; POR LO TANTO YO ESPERARÉ EN ÉL, SEGURO DE OBTENER SUS RECOMPENSAS ETERNAS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Dios mío y Señor mío, se que tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos, pero es claro que debemos someternos a tus designios pues tus tiempos son diferentes de los nuestros, es por eso que yo estoy dispuesto siempre a esperar en Ti, pero también es cierto que espero lo mejor, pues solo de Ti puede venir. Gracias quiero darte hoy, mi Señor y Salvador Jesucristo, pues en Ti la paciencia siempre será bien recompensada y por la eternidad. Amén.


Juan Manuel Lamus O.