jueves, 25 de febrero de 2021

BENDECIDOS PARA BENDECIR

 

2 CORINTIOS 9:8 Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda buena causa. (PDT)

 

Las bendiciones que Dios nos da no son para que se queden con nosotros. Su deseo es que lleguen también a los demás.

 

Este principio se aplica a todo en nuestra vida, incluyendo las finanzas.

¿Sabías que Dios tiene planes para tu dinero?

Nosotros queremos saber, por lo general, cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas, pero muchas veces no le consultamos acerca de nuestro dinero. El Señor, por Su misericordia, nos da ingresos para que podamos satisfacer nuestras necesidades y aún nuestros deseos, pero también quiere que usemos nuestro dinero para llevar a cabo Sus planes. Y uno de Sus objetivos es que compartamos nuestros recursos con otros. Si nos proponemos en nuestros corazones participar en los planes de Dios, Él se compromete a darnos todo lo que necesitamos para vivir y para dar.

 

Veamos su exorbitante promesa que nos hace en el versículo que estudiamos hoy:

Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. (DHH)

 

¡Este es un versículo del que podemos apropiarnos! Compartir nuestras bendiciones con los demás nunca nos llevará a la pobreza. El Señor promete aumentar la cosecha de nuestra justicia y enriquecernos en todo en respuesta a nuestra generosidad. Jamás podremos superar a Dios en generosidad.

 

¡¡¡Una bendición acumulada jamás se disfruta tanto

como una bendición compartida!!!

Usar lo que tienes para ayudar a alguien,

glorifica a Dios al mostrar la gracia de Él actuando en tu vida

 

No permitas que la generosa provisión del Señor se quede sólo contigo, pásala a otros y descubre el gozo de tener un ciclo interminable de bendiciones. Siempre tendremos ocasiones u oportunidades para expresar nuestra generosidad al Señor, hay tantas cosas que Él nos concede cada día sin cobrarnos nada y nosotros a veces somos tan mezquinos.

Recuerda que somos bendecidos para bendecir.

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY ME PROPONGO QUE LA GENEROSA PROVISIÓN DEL SEÑOR NO SE QUEDE SÓLO CONMIGO, SINO QUE LA COMPARTIRÉ CON MIS SEMEJANTES, SEGURO DESCUBRIRÉ EL GOZO DE TENER UN CICLO INTERMINABLE DE BENDICIONES.

 

ORACIÓN:

Dios y padre Nuestro, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Mi amado Rey y Señor Jesús, yo he podido experimentar en mi vida que tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos. Por eso hoy estoy tan agradecido por tus bondades, que no quiero cerrar mi corazón ni a Ti ni al necesitado. Gracias por darme hoy la oportunidad de pensar en los demás; ya no deseo hundirme más en el pozo del egoísmo; bastante egoísmo tenemos ya en el mundo. Hoy me propongo a vivir para Ti y ser generoso cada día con los demás: sostenerlos, animarlos, fortalecerlos y sobre todo amarlos como Tú me amas a mí. Gracias, mi Señor Jesús, por bendecirme para bendecir; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri