lunes, 15 de septiembre de 2014

SIMBIOSIS

SIMBIOSIS

 

GÉNESIS 4:9 El Señor le preguntó a Caín:

-       ¿Dónde está tu hermano Abel?

-       No lo sé, respondió. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano? (N.V.I.)

 

©      Simbiosis: Cualquier asociación en la que sus miembros se benefician unos de otros; donde los asociados sacan provecho de la vida en común.

 

Los animales marinos, a diferencia de los terrestres no pueden, por sí mismos, limpiarse la piel combatiendo a los parásitos.

Por ello acuden a verdaderos "centros de limpieza":

En cada arrecife hay un rincón donde otros animales se encargan de esta tarea. Cada vez que un pez quiere ser limpiado se dirige a este sector y se queda muy quieto. A veces un cambio de color del pez es una clara señal de que espera un "servicio". El hermoso "pez mariposa" de largo hocico, por ejemplo, es "atendido" por un camarón que se encarga de picotearle los parásitos.

 

En ocasiones estos camarones limpian las heridas de los peces comiéndose los tejidos muertos y facilitando la cicatrización. La audacia de los camarones llega a tal punto que se los ha visto introducirse en la boca de las "morenas" para limpiar su interior, más allá de lo que podría creerse la "morena" no tiene ninguna actitud ofensiva sobre este pequeño limpiador, quizás su docilidad se base en el hecho de que necesita de él diariamente. También algunos peces pequeños se encargan de la limpieza de ejemplares más grandes. En este tipo de relación, llamada "simbiosis", los dos individuos obtienen un beneficio.

El mar está lleno de hermosas historias, esta es, tan sólo una más.

Tito Rodríguez - Director Instituto Argentino de Buceo

 

©      En el diseño de Dios, Él colocó tanto en los animales como en el ser humano el principio de necesidad mutua.

Nos necesitamos los unos a los otros, sin embargo, el ser humano a veces demuestra su grado de orgullo al no aceptar ese principio. Nos negamos muchas veces a buscar ayuda en otro, porque creemos que si demuestro mi necesidad, entonces soy débil. La verdad es que si somos débiles y por eso necesitamos primero de Dios y luego de alguien más. Que hoy podamos admitir en que área de nuestra vida, necesitamos la ayuda del prójimo. Aprendamos de los animales.

 

CONFESIÓN DE FE:

RECONOZCO QUE NECESITO DE LA AYUDA DE DIOS Y DE MIS SEMEJANTES, Y POR LAS EXPERIENCIAS QUE HE VIVIDO, PUEDO ASEGURAR QUE ME HE VISTO BENEFICIADO Y BENDECIDO EN ABUNDANCIA AL PRACTICAR LA SIMBIOSIS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Chasdi, Dios Benevolente (Salmo 51:18). Dios y Señor mío, Benevolente y Tolerante eres Tú, en Tus atributos tal vez sean estos los más destacado, pues Tu amor y misericordia no tienen medida y los impartes de manera generosa y abundante. Hoy te clamo a para que pongas en mi corazón ese mismo sentido de amabilidad que existe en Ti, para que pueda yo practicar la simbiosis con mis semejantes, al igual que lo hacen los animales, sin ninguna condición. Gracias Padre Celestial por tu amor y misericordia infinitos. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.