miércoles, 27 de agosto de 2014

SATISFACER

SATISFACER

 

LAMENTACIONES 2:19 Levántense durante la noche y clamen. Desahoguen el corazón como agua delante del Señor. Levanten a Él sus manos en oración, y rueguen por sus hijos porque en cada calle desfallecen de hambre. (N.T.V.)

 

©      Estamos llamados a satisfacer necesidades ajenas.

Si echamos un vistazo en las sociedades de la América Latina de hoy,  nos encontramos con escenarios de pobreza que supera nuestra imaginación. Ciudades, pueblos, asentamientos, barrios de invasión y casas tomadas; pueblos enteros desplazados por la violencia y el hambre, son solo manifestaciones colectivas de profundas carencias individuales.

Las políticas sociales en las regiones pobres avanzan lentamente hacia la superación de la situación actual, pero de todas maneras llevará años hasta poner de pie a muchos países maltratados por diferentes fenómenos climáticos y por sus procesos políticos internos.

 

No somos parte del Reino de Dios para ser espectadores y esbozar análisis técnicos acerca de la realidad que nos rodea, estamos llamados a intervenir hasta que el Señor venga, nuestra tarea será mostrar su Reino en medio de los que sufren. Los niños son nuestro objetivo, porque si no los protegemos y satisfacemos sus necesidades no solo su presente será tortuoso sino que destruimos su futuro. Generaciones llenas de dolor e insatisfacción, con carencias afectivas y el corazón lleno de frustración. Somos nosotros los que debemos levantarnos y hacer algo por ellos, no  podemos quedarnos quietos. Si hacemos silencio podemos oír el lamento de algún niño en necesidad. Ellos nos están esperando. Hay cosas en la vida que quizás no tengan mucho precio para algunos, pero para otros pueden ser de mucho significado, especialmente cosas que con amor y comprensión y mucho corazón alguien compartió. Hay mucho que podemos hacer y que podría impactar la vida de otros, especialmente la de los niños en necesidad.

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY PUEDE SER ESE DÍA EN QUE PODRÍA IMPACTAR LA VIDA DE OTRO CON UN GESTO, UN PRESENTE O SOLO UNA SONRISA PERO CON MUCHO CORAZÓN, BUSCANDO SATISFACER SUS NECESIDADES, ESO PROCURARÉ.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Rachum, Dios de Compasión y Amabilidad (Deuteronomio 4:31). Dios Todopoderoso, se que tu naturaleza es de amabilidad y estas lleno de compasión y sentimiento por tu pueblo. Hoy clamo a Ti por ese mismo sentimiento hacia mis semejantes, mi Señor y Salvador Jesucristo; en medio de tanto ruido déjame escuchar el lamento de esta sociedad que sufre y dame tu amor para levantarme y ayudarlos, que sea yo manifestando tus propios atributos en el amor prodigado a los más necesitados, esos atributos  de altruismo que Tu también me has impartido, y que diaria y permanentemente derramas sobre mi vida y la de mi familia. Gracias Dios mío por permitirme ser un buen discípulo tuyo cuando demuestro mi fe por las obras buscando satisfacer las necesidades de los demás. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.