LA CASA DEL CARPINTERO
Un viejo carpintero llegaba a la edad para jubilarse. Contó sus planes a su jefe de que quería dejar la construcción y vivir una vida más relajada con su mujer y disfrutar de su familia.
Echaría de menos su salario pero necesitaba jubilarse. La familia sobreviviría. El contratista lamentaba ver irse a su buen trabajador y le pregunto si podría construir una última casa como favor personal. El carpintero asintió, pero poco a poco era fácil ver que su corazón no estaba en su trabajo. Trabajaba mal y usaba materiales de calidad inferior. Desafortunada manera de acabar su carrera.
Cuando el carpintero acabó su trabajo vino el contratista para inspeccionar la casa. El contratista dio la llave de la puerta principal al carpintero y dijo:
- Ésta es tu casa, mi regalo de jubilación para ti.
© ¡Qué susto! ¡Qué pena!
Ojalá hubiera sabido que construía su propia casa, lo hubiera hecho muy diferente.
© Ahora tenía que vivir en el hogar que no había construido bien.
(Anónimo)
Así puede pasarnos a nosotros. Construimos nuestras vidas distraídamente. Reaccionamos en lugar de actuar, estamos contentos con aguantar menos que lo mejor. En momentos críticos no damos al trabajo nuestro mejor esfuerzo. Así que con un susto miramos la situación que hemos creado y encontramos que vivimos en la casa que hemos construido.
© Si nos hubiéramos dado cuenta lo hubiéramos hecho diferente.
Imagínate que fueras un carpintero, piensa en tu casa, cada día clavas un clavo, pones una estantería o levantas una pared, entonces:
© Construye con sabiduría. Es la única vida que vas a construir.
© Aunque solo vivas un día más, aquel día merece ser vivido con gracia y dignidad.
© La placa en la pared dice: La vida es un proyecto de bricolaje, hazlo tú mismo.
© Recuerda: Tu vida mañana será el resultado de la actitud que tengas y las decisiones que tomes hoy.
Hoy tienes la oportunidad de elegir entre:
© Una buena actitud que te abrirá puertas o
© Una mala actitud que te cerrará las puertas.
¡¡¡Tú eliges!!!
EFESIOS 6:7,8
Trabajen con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor recompensará a cada uno de nosotros por el bien que hagamos, seamos esclavos o libres. (N.T.V.)
Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad
Juan Manuel Lamus O.