viernes, 26 de enero de 2018

TRABAJO REAL

 

MATEO 28:18-20 Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: 

Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos. (NTV)

 

 Como verdaderos discípulos y seguidores de Cristo, no debemos dudar que hemos sido llamados a un trabajo real.

 

Hagámonos las siguientes preguntas con el fin de llegar a la plena convicción de que el trabajo para el cual Dios nos ha escogido es real y, además, no se puede postergar solo porque otros piensen que no tenemos la capacidad, pues Él promete su respaldo, y fuera de todo es un mandato para todos aquellos que creemos en Jesucristo y en algún momento de nuestra vida lo hemos reconocido como nuestro Señor y Salvador, es decir que somos llamados sus discípulos.

 

Siete preguntas:

1.   ¿No nos ha hecho de los suyos, un pueblo de sacerdotes?

2.   ¿Acaso no hemos sido hechos en Cristo reyes para reinar sobre la tierra?

3.   ¿Cómo, pues, podremos convertirnos en siervos de la costumbre y en esclavos de la opinión de los demás?

4.   ¿Has tomado tu posición al lado de Jesús? Muchos callan por ser tímidos.

5.   ¿Podemos permitir que el nombre del Señor Jesús sea postergado?

6.   ¿Nuestra creencia ha de ser arrastrada como una cola?

7.   ¿No debería más bien enseñar el camino y ser la fuerza que domine en nosotros y en los demás?

 

Este pueblo está llamado a guardar y a enseñar lo que Jesús nos ha mandado, no para aprender filosofías de incrédulos, ni amedrentarse en la tarea; esforcémonos y seamos valientes, Él nos ha puesto por cabeza y no por cola.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTA MISIÓN DE CRISTO ESTÁ CENTRADA EN LA SALVACIÓN DE TODA LA HUMANIDAD, PERO DEBO SER CONSCIENTE DE QUE YO SOY, COMO DISCÍPULO Y SEGUIDOR DE CRISTO, LLAMADO A UN TRABAJO REAL PARA DIFUNDIR ESTE MENSAJE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El HaGadol, el Gran Dios Único y Verdadero (Deuteronomio 10:17). Señor Jesús, el Yeshuati, Dios de mi Salvación (Isaías 12:2). Querido Rey y Señor mío, yo sé que Tú mismo eres la única fuente de salvación, y quieres salvar a tu creación, y que cada individuo debe personalmente conocerte como el "Dios de mi Salvación" y reconocerte como su único Señor y Salvador. Pero también estoy consciente que esta misión, que con responsabilidad y sacrificio llevaste a cabo en tu paso por la tierra, se ha convertido en la "Gran Comisión", en ese trabajo real que, valga la redundancia, nos encomendaste a tus discípulos y verdaderos seguidores. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por escogerme para tan honorable trabajo, es para mí un privilegio ser tu comisionado, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.


Juan Manuel Lamus O.