viernes, 29 de agosto de 2014

FAMILIAS

FAMILIAS

 

EFESIOS 3:14-17 Por eso me arrodillo para orar ante el Padre, de quien toda familia en el cielo y en la tierra recibe su verdadero nombre. A Él le pido que en su infinita grandeza les conceda a ustedes fortaleza interior a través del Espíritu. Pido al Padre que Cristo viva en ustedes por la fe y que su amor sea la raíz y el cimiento de su vida. (B.L.P.H.)

 

©      Familias firmes en Dios, familias de Gloria o familias de escoria. Unos ríen y otros lloran.

Ø  Ríen los que al ver su familia cimentada, firme en la roca disfrutan, aún en medio de las tormentas, de ver a los miembros de su familia abriéndose paso en la vida.

Ø  Lloran los que parecen haber perdido la esperanza de contemplar un rayo de gloria en sus hogares. 

 

Los índices de desajuste familiar parecen seguir creciendo. Al tratar con muchas personas en consejería sobre la situación de familia, pareciera que existen dos tipos de familia. Una que destellan la gloria y otras que parecen hundirse en la escoria. Dos palabras sobresalen durante el desarrollo de esta temática. Una suena agradable y despliega en la mente un sentido de esplendor; la otra es un tanto discordante y expresa cierta repulsión.

©      ¿Son acaso aplicables a la familia estos dos adjetivos?

 

Déjame compartir la definición de estas dos palabras:

1.   Gloria: en hebreo es "kabowd" que significa: Peso, calidad, esplendor, honor, copiosidad.

Esa es la cualidad de nuestro Dios, y cuando Él hizo todo lo creado, incluyendo la familia, su intención era que reflejara ese peso, esa calidad, ese esplendor, esa firmeza en la tierra. En griego es traducida "doxa" que significa: dignidad, honor, reputación o condecoración, como las medallas puestas en el pecho de un militar. Esa fue la intención de Dios. Que la familia fuese condecorada y con dignidad por ser firmes.

2.   Escoria: viene del hebreo "ciyg" que significa: "Basura, desecho, impureza sacada de la plata o el oro.

Dios no creó la familia para ser un desecho, pero algo sucedió en el huerto del Edén, no sólo fue la caída de la raza humana bajo el engaño del maquinador sino la ruptura de la gloria en la primera pareja, de "kabowd" y "doxa", intercambiándola por "ciyg", la escoria.

 

Establecer un paralelismo entre estas dos situaciones es muy interesante; podemos visitar  familias de la Biblia para rescatar la belleza de la gloria, en unas, y el desecho, en otras, de manera que podamos tomar de un lado y del otro lo que se pueda integrar a nuestras relaciones y lo que sea necesario desechar. Estamos entrando en una etapa de renovación de la familia y el Espíritu Santo volverá sobre nosotros con la promesa que dice: "La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera" (Hageo 2:9A), para ser aplicada en nuestras familias. Busquemos edificar familias firmes.

 

CONFESIÓN DE FE:

QUIERA DIOS QUE PODAMOS ENTRAR EN SU GLORIA CON UN CORAZÓN DISPUESTO, PARA QUE ESA GLORIA O PESO APLASTE NUESTRO ORGULLO Y NOS LEVANTE CON LA REPUTACIÓN Y EL HONOR QUE DIOS QUIERE DAR A NUESTRAS FAMILIAS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Abba, Dios Padre por excelencia de toda familia (Jeremías 31:1). Gracias quiero darte hoy por tan maravillosa promesa, la de ser Padre que trae gloria a nuestros hogares, así que hoy oro tu misma Palabra que dice: Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, nos fortalezca a todos, y a las familias acá en la tierra, especialmente las de Cristo, en lo íntimo de su ser. Gracias mi Señor Jesús por establecer el modelo de familia perfecta, la familia firme, para nosotros seguirlo y lograr edificar una de Gloria y no de escoria. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.