viernes, 20 de enero de 2017

GUIADOS

 

SALMO 32:8-11 El Señor dice: "Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti. No seas como el mulo o el caballo, que no tienen entendimiento, que necesitan un freno y una brida para mantenerse controlados". Muchos son los dolores de los malvados, pero el amor inagotable rodea a los que confían en el Señor. ¡Así que alégrense mucho en el Señor y estén contentos, ustedes los que le obedecen! ¡Griten de alegría, ustedes de corazón puro! (N.T.V.)


©  De cómo somos guiados por nuestro Dios de las promesas.

Ø  ¿Cuál y cómo será el camino que me espera en este día?

Ø  ¿Pasaré por sombras y angustias? 

Ø  ¿Mi pie caminará hoy por la candente arena de un desierto horrible y árido? 

No lo sé. Solo sé que necesito caminar en este día por fe y plenamente confiado en las promesas de Dios. En el pasaje que estudiamos hoy, hay una maravillosa y verdadera promesa para animarnos cada vez que necesitemos su dirección: Nuestro Padre Celestial nunca está demasiado ocupado para escucharnos cada vez que buscamos su guía. La base de sus promesas radica en la naturaleza de nuestro Dios Todopoderoso.

 

Sus promesas me recuerdan que:

1. Como el águila que despierta su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas (Deuteronomio 32:11); así lo hará el Señor conmigo hoy. Él nos llevará y Él nos guardará en este día.

2. El Señor confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Y hoy, aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque Él estará conmigo; su vara y su cayado me infundirán aliento. (Salmo 23:3,4)

3. El Señor me pastoreará siempre y en las sequías saciará mi alma y seré como huerto de riego y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan (Isaías 58:11).

4. Porque Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte (Salmo 48:14).


©  ¿Qué más puedo desear, qué más puede anhelar mi alma? ¿De qué temeré hoy, si estoy seguro que Él me guiará por el camino recto?  ¿En quién más podré confiar?

Él es el Señor de la eternidad, y hoy es un buen día para probar nuevamente su fidelidad y sabia dirección.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO HAY RAZÓN PARA QUE MI ALMA SE ANGUSTIE, YA QUE TOMADO DE LA MANO DEL SEÑOR, EL BUEN PASTOR, NADA PODRÉ TEMER.  CUANDO ÉL ME GUÍA LA SEGURIDAD ME INVADE Y LA FORTALEZA ME ENVUELVE, Y NADA ME HARÁ DUDAR.

 

ORACIÓN:

Espíritu Santo de Dios, Jehová Nisi, el Señor mi Estandarte y mi Guía (Éxodo 17:15). Gracias mi amado Señor Jesús, pues sé que en medio de los caminos tortuosos veré tu manera prodigiosa de guiarme. Como oveja de tu prado seré sabiamente dirigido. Hoy quiero caminar detrás de tus pisadas sin angustia, ni soledad, ni duda, porque cuando te sigo, el horizonte se abre y la esperanza crece dentro de mí.  Cuántos hoy estarán abatidos porque no han aprendido a seguirte.  Permíteme, Señor, no solamente seguirte, sino además poder compartirles a otros de la hermosura de seguir tus pisadas y dejarnos dirigir por tu sabio y perfecto pastoreo. Gracias Señor Jesús por tus promesas que son verdad y me guían. Amén.


Juan Manuel Lamus O.