¡CELEBRA LA RESURRECCIÓN!
JUAN 20:26-30 Ocho días después, los discípulos estaban juntos de nuevo, y esa vez Tomás se encontraba con ellos. Las puertas estaban bien cerradas; pero de pronto, igual que antes, Jesús estaba de pie en medio de ellos y dijo:
- La paz sea con ustedes. Entonces le dijo a Tomás:
- Pon tu dedo aquí y mira mis manos; mete tu mano en la herida de mi costado. Ya no seas incrédulo. ¡Cree!
- ¡Mi Señor y mi Dios! exclamó Tomás. Entonces Jesús le dijo:
- Tú crees porque me has visto, benditos los que creen sin verme.
Los discípulos vieron a Jesús hacer muchas otras señales milagrosas además de las registradas en este libro. Pero estas se escribieron para que ustedes continúen creyendo que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en él, tengan vida por el poder de su nombre. (NTV)
♥ De la esperanza de vida eterna y los beneficios de la resurrección. (Leer todo Juan 20)
En un lapso de tres días, los discípulos pasaron de la tristeza inconsolable al júbilo triunfante.
La cruz parecía ser el final, haciéndolos sentirse desesperados e indefensos, pero la Resurrección anunció un nuevo comienzo, que produjo confianza y valentía. La nube de duda y desesperación se desvaneció, y fue reemplazada por una fe invencible. ¿Puede imaginar cómo se sintieron cuando se dieron cuenta de que Cristo había resucitado? De repente, la esperanza cobró vida, ¡no habían creído una mentira! Su victoria sobre la muerte demostró que era el Mesías y que todo lo que había dicho era verdad.
Conmemoramos la muerte del Señor Jesús en la cruz con solemnidad, pero la Resurrección requiere aplausos, alabanzas y cánticos. Todas las bendiciones que nos llegan a través de la Cruz del Salvador nos son confirmadas por la Resurrección. Ella confirmó que el Padre estaba satisfecho con el pago de su Hijo por nuestros pecados. Podemos saber que nuestras transgresiones son perdonadas y que estamos seguros por la eternidad. Además, Cristo promete que también resucitaremos y recibiremos cuerpos nuevos. La muerte física no podía retenerlo, ni tampoco a nosotros. Porque venció la tumba, sus seguidores tenemos la misma clase de vida que Él tiene: eterna e indestructible. Él nos ha salvado del infierno, transformado y prometido la resurrección para vida eterna en el cielo.
CONFESIÓN DE FE:
CELEBRAMOS LA PASCUA DE RESURRECCIÓN CON REGOCIJO PORQUE NUESTRO SALVADOR VENCIÓ LA MUERTE Y VIVE PARA SIEMPRE. ENTONCES TAMBIÉN SOMOS VENCEDORES, ESA ES LA ESPERANZA DE VIDA ETERNA EN LA GLORIA DE DIOS PADRE PARA LOS QUE SI CREEMOS.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Dios y Señor nuestro, hoy damos gracias porque eres la fuente última de la realidad y todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real. Señor Jesús, también es verdad que Tú has vencido a la muerte en la Cruz del Calvario y de esta manera nos has hecho a nosotros más que vencedores también sobre ella. Gracias mi Señor Jesús, porque como cristianos, podemos celebrar la Pascua con gran regocijo, pues gracias a la victoria tuya en la Cruz, nuestras vidas han cambiado para siempre, hemos sido transformados y recibido una vida nueva y eterna, entonces podemos decir: ¡¡¡Él cumplió!!! Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por ser Dios que promete y cumple, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Juan Manuel Lamus O.