viernes, 15 de enero de 2021

EN ARMONÍA

 

PROVERBIOS 1:28-33 Entonces me llamarán y no responderé, me buscarán y no me encontrarán. Porque odiaron el saber y no quisieron respetar al Señor; porque no aceptaron mis consejos y despreciaron mis advertencias, se comerán los frutos de su conducta y quedarán hartos de sus planes. Su propia rebeldía matará a los ingenuos y la autosatisfacción perderá a los insensatos. Pero el que me preste atención vivirá seguro. (BLPH)

 

Planificar para el nuevo año, pero andando en armonía con los planes de Dios, es una buena costumbre y disciplina espiritual que da frutos.

 

Si observa el modo en que las personas enfocan los procesos de planificación, en cualquier aspecto de la vida, verá que se ajustan a una de estas categorías:

1.     La Víctima: Es muy presto a decir que no es culpa suya el hecho de no ir a ninguna parte en la vida. No hace planes porque ocupa su tiempo y energías en cosas que quedan fuera de su control, muchas veces cosas del pasado. Frecuentemente culpa a otros por su falta de progreso y parece estar más preocupado en la búsqueda de excusas que en captar las oportunidades de progreso. En su opinión, todos los demás, y no él, lo han convertido en lo que es actualmente.

2.    El Lerdo: No le preocupa demasiado el pasado y no quiere pensar en el futuro. Su interés es el presente. En efecto, ama tanto el presente que está dispuesto a hacer casi todo para mantener el status quo. Aborrece los cambios y los evita a toda costa. Si hace planes, son para mantener las cosas tal como están.

3.    El Soñador: Le encanta hacer planes y pasa en eso la mayor parte de su tiempo. El problema es que nunca lleva sus planes a la acción. A menudo tiene grandes ideas y dice que quiere tener éxito, pero no quiere enfrentar ningún riesgo. No está dispuesto a pagar el precio requerido para avanzar en el viaje hacia el éxito.

4.   El Motivado: Enfoca la mayor parte de su tiempo en el presente y hace lo mejor para maximizar su potencial. Pero una razón por la que es tan efectivo hoy es porque ayer pasó parte de su tiempo haciendo planes en armonía con Dios. Como resultado, se ha concentrado en su propósito, crece hacia su potencial y está sembrando semillas que beneficien a otros con el flujo positivo de su vida.

 

Mucha gente espera que otros hagan planes para ellos, pero

Dios quiere que nosotros los hagamos en armonía con Él, entonces…

¡¡¡Él se encargará de ratificarlos o modificarlos en Su Soberana Voluntad!!!

 

Comienza ahora a hacer planes sólidos para este nuevo año, pero sobre todo a consultarlos con Dios en oración, para que estén en armonía con los de Él.

El mejor lugar para poner nuestros planes, es en las manos de Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

PLANIFICARÉ SÓLIDAMENTE Y COLOCARÉ ESOS PLANES EN LAS MANOS DE DIOS PARA QUE ÉL LOS MODIFIQUE Y PERFECCIONE EN SU SABIDURÍA Y VOLUNTAD BUENA PERFECTA Y AGRADABLE PARA MI VIDA, ASÍ ANDARÉ EN ARMONÍA CON ÉL.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Deot, Dios del Conocimiento (1 Samuel 2:3). Mi amado Señor Jesús, Dios pleno de sabiduría y amor eres Tú, gracias porque has renovado mi mente y mi estilo de vida a través de tu Palabra y tu ejemplo, por eso hoy imploro a Ti por esa misma sabiduría, la necesaria para hacer planes sólidos y específicos para todos los aspectos de mi vida y que estén en armonía con tu buena, perfecta y agradable voluntad Divina; ratifícalos, modifícalos y perfecciónalos a tu buen parecer, pues solo Tú puedes saber qué es lo mejor y más conveniente para mí en este nuevo año. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri