viernes, 1 de diciembre de 2017

¡NO MÁS!

 

ROMANOS 8.33-39 ¿Quién se atreve a acusarnos a nosotros, a quienes Dios ha elegido para Sí? Nadie, porque Dios mismo nos puso en la relación correcta con Él. Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros. ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que Él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? (Como dicen las Escrituras: "Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero"). Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor. (N.T.V.)

 

 ¡No mas condenación!

Toda persona nace bajo condenación. Por la decisión de Adán y Eva en el huerto del Edén, cada persona nacida desde entonces ha venido al mundo con una naturaleza pecaminosa. En consecuencia, todo el mundo necesita un Salvador, entonces Dios Padre, por su amor y su misericordia, ha provisto uno en su Hijo Jesucristo. Quienes lo rechazan permanecen bajo condenación, su veredicto de culpables no ha sido anulado, y por eso deben pagar el castigo por violar las leyes de Dios.

 

Tal vez esto parezca injusto, pero es importante recordar que Dios siempre ha hecho posible nuestra comunión con Él, a pesar de que solo Él es perfectamente santo y justo. La razón por la que creó a Adán y Eva con poder de decisión, es para que no fuéramos unos robots; Él quería disfrutar de un amor real y de una comunión verdadera con sus hijos. Pero esos primeros seres humanos cayeron porque tomaron malas decisiones, como cualquiera de nosotros lo hubiera hecho. 

♥ ¡Qué maravilloso que Dios nos haya dado la oportunidad de restaurar nuestra relación con Él mediante el sacrificio expiatorio de Cristo por nuestros pecados! 

Él es el Creador, y por eso no tenemos derecho a cuestionar su plan. No merecemos nada, pero Dios nos ha dado todo, incluyendo el acceso a Él en cualquier momento. En vez de condenación, lo que tenemos es la salvación eterna una vez que ponemos nuestra fe en el Señor Jesús como Salvador. 

 

CONFESIÓN DE FE:

¡ALABADO SEA DIOS! HE SIDO LIBERADO DEL CASTIGO POR MI PECADO, Y HECHO LIBRE PARA VIVIR ETERNAMENTE EN LA GRACIA DE CRISTO. ASÍ QUE ¡NO MAS CONDENACIÓN!

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Dios Todopoderoso, suficiente y generoso, estoy plenamente convencido que tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos. Hoy vengo a tu Presencia a darte gracias por todos los beneficios de tu gracia, y principalmente por que ya no hay mas condenación para nosotros, cuando hemos puesto nuestra fe en Jesucristo como único Señor y Salvador, entonces nos has hecho libres del castigo por el pecado y hecho libres para vivir esa vida abundante y poderosa que prometes en Cristo. Gracias mi amado Señor Jesús, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.


Juan Manuel Lamus O.