miércoles, 26 de enero de 2022

TRABAJANDO JUNTOS

 

ROMANOS 12:3-6A Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado. Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el Cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros. Dios, en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas. (NTV)

 

Los dones espirituales trabajan juntos, y los siervos que fueron dotados por Dios con ellos también lo deben hacer por el bien de la iglesia.

 

¿Alguna vez ha notado que las personas tienen diversas opiniones en la iglesia?

Cuando surgen problemas para entendernos con hermanos en la fe, podemos comenzar a preguntarnos si algo está mal en nuestra vida espiritual. Después de todo, ¿no se supone que seamos un cuerpo unido en Cristo?

 

Resulta que el problema podría ser el resultado de los dones espirituales. El Espíritu Santo da dones a cada creyente por el bien común de la Iglesia (1 Corintios 12:4-7). Pero, a menos que estemos conscientes de eso, podemos dejar de apreciar los dones de otros creyentes. Entonces es fácil comenzar a demandar que todo el mundo piense o actúe como nosotros. Por ejemplo, alguien con el don de misericordia podría juzgar como insensible a un creyente con el don de exhortación; el exhortador puede parecer que da más importancia a explicar los beneficios espirituales de la adversidad, antes que simpatizar con alguien que sufre. Sin embargo, ambos dones son beneficiosos; usados de la manera correcta, juntos ayudan a que el que sufre vea que hay esperanza en la adversidad y reciba aliento para ser fuerte.

 

El origen de la división en cuanto a los dones espirituales es el enfoque de la persona, el cual se puede manifestar de dos maneras. Si menospreciamos nuestro don espiritual, podemos llegar a resentirnos o sentirnos sin importancia. Si, por otro lado, tenemos en mucho nuestro don, podemos llegar a creer que es el más importante.

 

¡¡¡Los resultados de un servicio de acuerdo con el Poder que el Señor

nos da con los dones y talentos, serán bendiciones desde lo alto

y muchas más personas accediendo a ellos y a ellas!!!

 

Si usted no está de acuerdo con un hermano en la fe debido a sus enfoques diferentes, dele gracias al Señor por esa persona y sus dones. Luego, ore para que ese creyente sea usado para bendición y para la gloria de Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

SOY UN HIJO DE DIOS, DOTADO POR ÉL PARA BUENAS OBRAS Y PARA TRABAJAR JUNTAMENTE CON OTROS EN LA IGLESIA, Y CONFÍO EN QUE ÉL ME SEGUIRÁ DANDO LA SABIDURÍA NECESARIA PARA CUMPLIR CON SU PROPÓSITO DE SERVIR EN ARMONÍA CON LOS DONES DE MIS HERMANOS EN LA FE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Deot, Dios de todo Conocimiento (1 Samuel 2:3). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, grande en poder y sabiduría eres tú, eres Dios Todopoderoso que conoces todo y eres la fuente de todo conocimiento, y cualquier conocimiento don o talento que tenga, sé que proviene de Ti. Por eso hoy quiero darte gracias, por escogerme y dotarme para servirte en armonía con mis semejantes. Sé que nada ni nadie podrá interponerse en tu propósito de servicio que has determinado para nosotros tus hijos, ni siquiera nuestros desacuerdos, o la supuesta incapacidad, o las respuestas incorrectas a tu llamado, pues Tú nos dotas con el aliento, el conocimiento, el amor y la sabiduría necesarios, para ejercer esa tan honrosa labor, en armonía, con denuedo, con amor y responsabilidad. Gracias, mi señor Jesucristo por tu ejemplo de servicio amoroso y desinteresado; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri