miércoles, 26 de julio de 2017

¿ENTENDEMOS?

 

SALMO 119:17-24 Sé bueno con este siervo tuyo, para que viva y obedezca tu Palabra. Abre mis ojos, para que vea las verdades maravillosas que hay en tus enseñanzas. No soy más que un extranjero en la tierra. ¡No escondas de mí tus mandatos! Siempre me conmueve el deseo de conocer tus ordenanzas. Tú reprendes al arrogante; los que se alejan de tus mandatos son malditos. No permitas que se burlen de mí y me insulten, pues he obedecido tus leyes. Hasta los príncipes se sientan y hablan contra mí, pero yo meditaré en tus decretos. Tus leyes me agradan; me dan sabios consejos. (N.T.V.)


©  De cuando no entendemos el plan de Dios.

©  ¿Cómo describiría usted la voluntad de Dios? La llamaría:

Ø  ¿Fantasía? ("No creo que Dios tenga un plan para áreas específicas de mi vida")

Ø  ¿Misterio? ("Dios tiene un plan, pero es tan difícil de entenderlo")

Ø  ¿Biografía? ("Sé que la Biblia dice quién es Dios y cuáles son sus planes, pero a veces me siento confundido")

 

Veamos dos de las principales causas que pueden impedir que entendamos los planes de Dios para nuestra vida:

1. El manejo incorrecto de la Palabra de Dios.

Cuando nuestros días están repletos de compromisos y actividades, nos resulta difícil alimentarnos regularmente de la Biblia. Si no dedicamos suficiente tiempo a la Palabra de Dios, tendemos a olvidar lo que le importa a Él, mezclar las mentiras del mundo con la verdad del Padre, utilizar incorrectamente las Escrituras para reforzar las decisiones que ya hayamos tomado. O bien, rechazarla y hacer las cosas a nuestra manera.

2. Escoger consejeros equivocados.

A la hora de tomar decisiones, a veces confiamos demasiado en las opiniones de otras personas. Creemos que la manera más fácil y rápida de obtener respuestas, es pedirlas a amigos cristianos o a no creyentes que parecen ser "sabios". Es decir, utilizamos el estilo de vida de nuestros amigos como una medida para discernir la voluntad de Dios. Decidimos que si ellos pueden actuar de una manera determinada nosotros también podremos hacerlo.

©  La mejor manera de no errar en cuanto a la voluntad de Dios es hacer de la Biblia nuestra compañera diaria y nuestra fuente de sabiduría y consejo.

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ CON DILIGENCIA Y DISCIPLINA DEDICAR TIEMPO A LA LECTURA Y EL ESTUDIO DE LA BIBLIA, Y PARA ESCUCHAR ATENTAMENTE LO QUE ME ENSEÑE EL ESPÍRITU SANTO SOBRE LA VOLUNTAD DE DIOS PARA MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso y Sabio, El Deot, Dios de todo Conocimiento y fuente de toda Sabiduría (Job 12:13). Mi Dios y Señor, estoy plenamente convencido de que tu Palabra es la verdad, y en ella se manifiesta que en Ti están la sabiduría y el poder, y el consejo y el entendimiento. Es por todo eso que vengo hoy a tu Presencia con la firme intención de escuchar tu plan para mi vida y, sin condición, procurar con diligencia y disciplina llevarlo a cabo, con el convencimiento de que los resultados de mi obediencia serán iguales que tu voluntad para mi vida, buenos, agradables y perfectos, y me darán la capacidad y fortaleza necesarias para cumplir tu propósito para ella. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.