miércoles, 17 de febrero de 2016

JUICIO

 

PROVERBIOS 2:6-11 ¡Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento. Al que es honrado, Él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad. Él cuida las sendas de los justos y protege a los que le son fieles. Entonces comprenderás lo que es correcto, justo e imparcial y encontrarás el buen camino que debes seguir. Pues la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría. Las decisiones sabias te protegerán; el entendimiento te mantendrá a salvo. (N.T.V.)

 

©  Del juicio o discernimiento espiritual, como facultad del entendimiento que nos permite distinguir una cosa de otra o valorar algo, desde el punto de vista de Dios. (Leer Proverbios 2 Todo)

En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y el error.

 

Cada día tomamos muchas decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios con base en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Dios desea que veamos la realidad de cada situación tal como Él la ve. También podemos confiarle al Señor nuestras relaciones. Puesto que Él conoce el corazón de cada persona, la única manera que tenemos de relacionarnos sabiamente con otros es siendo sensibles a la dirección del Espíritu Santo que mora en nosotros. Aunque Dios da a cada uno de sus hijos la capacidad de tener juicio o discernimiento espiritual, muchos cristianos ignoran esto. Se mueven a ciegas por la vida haciendo lo mejor que pueden, pero no utilizan esta maravillosa ayuda. Otros creen que no la necesitan, toman decisiones de acuerdo con su propio saber y entender, sin pensar para nada en el Señor. A menos que cooperemos con Dios en cuanto al desarrollo de su maravilloso regalo del discernimiento, éste se mantendrá inactivo en nosotros.

El discernimiento comienza con una actitud dócil y humilde. Si usted ha estado manejando sus decisiones, situaciones y relaciones usando su propio razonamiento, arrepiéntase de esto ante Dios; pídale su perspectiva y busque dirección en su Palabra.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL SEÑOR NO ESTÁ TRATANDO DE OCULTAR SUS PENSAMIENTOS DE MI; POR EL CONTRARIO, QUIERE QUE SEPA CÓMO PIENSA ÉL, PARA QUE YO PUEDA PROCEDER CON SABIDURÍA Y DE ACUERDO A SU PALABRA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Deot, Dios de todo Conocimiento (Salmo 139:1-6). Dios Omnisciente eres Tú, mi amado Señor. Gracias quiero darte hoy por tu Palabra que me instruye día a día en los caminos correctos, y a tu Santo Espíritu que me deja saber, claramente y en toda circunstancia, de los beneficios de la obediencia a tu voluntad. Te clamo para que me ayudes a no depender de mi propia prudencia o entendimiento, sino que, por el contrario, las pueda sujetar a tu buena, perfecta y agradable voluntad para mi vida, que la pueda yo discernir claramente y me des el poder, el esfuerzo y la valentía para llevarla a cabo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de discernimiento y obediencia hasta la cruz. Amén.


Juan Manuel Lamus O.