jueves, 14 de abril de 2016

RETRASO

 

EFESIOS 6:5-7 Esclavos, obedezcan a sus amos aquí en la tierra. Obedezcan con mucho respeto y sinceridad como si estuvieran obedeciendo a Cristo. No trabajen sólo cuando los estén vigilando, sino como esclavos de Cristo, cumpliendo la voluntad de Dios de todo corazón. Hagan su trabajo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los seres humanos. (P.D.T.)

 

©  Obediencia con retraso, o tardía, es desobediencia. 

Una de las reglas en los Monasterios  Benedictinos es la siguiente:

©  "El primer grado de humildad es obediencia sin retraso". 

Sé que es difícil a veces obedecer, pero obedecer sin retraso  es más difícil, porque tendemos a prolongar para más tarde lo que sabemos que hay que hacer pronto. 

 

El Apóstol Pablo escribe a los Efesios en el tiempo cuando aún existían los esclavos o siervos, y en esa carta pastoral da un consejo que es aplicable actualmente. Hoy en día sabemos que no hay esclavitud, pero en el ambiente que nos rodea no se puede ignorar que vivimos bajo autoridad en todos los niveles. 

La amonestación de Pablo en Efesios, dice que debemos obedecer a los que están en autoridad sobre nosotros con mucho respeto. Sé que este es un mundo donde cada día se pierde el respeto, pero si hoy queremos andar como hijos de Dios no podemos perder el respeto.  El Consejo Paulino dice además que debemos obedecer a la autoridad con sencillez de corazón. Sencillez de corazón nos enseña a no tener un corazón doble; una cara para el jefe y otra cuando estamos con los compañeros. Y la médula del consejo de Pablo culmina con un freno indiscutible, nos dice que debemos servir a los superiores como a Cristo.  Eso quiere decir que en última instancia debemos funcionar como si lo que estamos haciendo es para el Señor, y eso determinará responsabilidad y excelencia. 

 

Ahora, si lo que hacemos lo hacemos para el Señor entonces obedeceremos sin retraso, y eso nos abrirá nuevas puertas en el largo proceso del servicio diario. Entonces debemos poner nuestra vida en las manos del Señor y comprender que las oportunidades que tenemos tanto en el trabajo, como en la iglesia, en los estudios o en la familia, son oportunidades para servir al Señor y hacer las cosas desde una perspectiva totalmente diferente a como las enseña el mundo.

 

CONFESIÓN DE FE:

CÓMO YO RESPONDO A LA AUTORIDAD HOY, VA DETERMINAR MUCHAS COSAS EN EL MAÑANA. ASÍ QUE HOY OBEDECERÉ SIN RETRASO ALGUNO, HOY QUIERO DESENVOLVERME CON SENCILLEZ DE CORAZÓN, SIRVIENDO COMO AL SEÑOR Y NO A LOS HOMBRES.

 

ORACIÓN:

Soberano Dios, El Kurios, Amo y Señor nuestro (1 Timoteo 6:15). Mi amado Rey, Soberano Gobernador de la vida y la creación, gracias quiero darte hoy por enseñarme estas verdades que a veces por ser tan prácticas tiendo a olvidarlas o a ignorarlas.  Hoy recibo de Ti el amor de Padre, y entiendo que me has puesto donde estoy para demostrar mi obediencia sin retraso a aquellos personas a quienes yo debo entregar cuentas de mis actos.  Quiero aprender a funcionar en mis responsabilidades sin retraso, con sencillez de corazón y como si todo lo que hago, lo hago para Ti. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por permitirme ser un siervo tuyo. Amén.

Juan Manuel Lamus O.