viernes, 25 de agosto de 2017

EL DISCERNIMIENTO

 

FILIPENSES 1:8-11 Dios me es testigo de cómo los añoro a todos ustedes con el profundo amor de Cristo Jesús. Y esta es mi oración: que su amor abunde aun más y más en conocimiento y en todo discernimiento para que aprueben lo mejor, a fin de que sean sinceros e irreprensibles en el día de Cristo, llenos del fruto de justicia, fruto que viene por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. (R.V.A.'15)


©  De la necesidad del discernimiento en la vida del cristiano. Se ha preguntado usted alguna vez:

©  ¿Cómo sé que estoy tomando la decisión correcta?

 

Por lo general, no hay ningún pasaje de la Biblia que se refiera en detalle a la decisión concreta que necesitamos tomar. Por ejemplo, qué clase de automóvil comprar, qué empleo aceptar, si trabajar o pasar tiempo con la familia cuando se nos ofrecen horas extras en el trabajo. En vez de prescribir reglas exhaustivas que hablen a cada situación posible en la vida, la Palabra de Dios contiene preceptos e instrucciones que guían nuestra toma de decisiones. Esto no quiere decir que Dios nos da su Libro y luego nos deja solos. Para ayudarnos a mantenernos en la senda correcta, Él nos da discernimiento espiritual, es decir la capacidad de diferenciar entre la verdad y la mentira, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo mejor. Al cultivar tal discernimiento, invitamos a Dios a involucrarse en todas nuestras decisiones; no hay ningún asunto que sea demasiado insignificante para su atención y ayuda. Un plan que esté fuera de la voluntad del Señor, o incluso las buenas decisiones tomadas sin consultarlas a Él, pueden estorbar su plan de darnos lo mejor que tiene para nosotros.

 

El discernimiento espiritual nos protege de tomar decisiones basadas en lo que nos parece mejor o nos hace sentir bien. Estamos limitados a cinco sentidos y a nuestras experiencias, pero Dios ve nuestras vidas con un conocimiento infinito. Cuando cultivamos el hábito de obedecer sus indicaciones, nuestros sentidos se ejercitan para distinguir el bien del mal y maduramos espiritualmente (Hebreos 5:14).

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL SEÑOR NO ESTÁ TRATANDO DE OCULTAR SUS PENSAMIENTOS DE MI; POR EL CONTRARIO, QUIERE QUE SEPA CÓMO PIENSA ÉL, PARA QUE YO PUEDA PROCEDER CON SABIDURÍA Y DE ACUERDO CON SU PALABRA, Y PARA ESO UTILIZARÉ EL DISCERNIMIENTO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Deot, Dios de todo Conocimiento (Salmo 139:1-6). Dios Omnisciente eres Tú, mi amado Señor. Gracias quiero darte hoy por tu Palabra que me instruye día a día en los caminos correctos, y a tu Santo Espíritu que me deja saber, claramente y en toda circunstancia, de los beneficios de la obediencia a tu voluntad. Te clamo para que me ayudes a no depender de mi propia prudencia o entendimiento, sino que, por el contrario, las pueda sujetar a tu buena, perfecta y agradable voluntad para mi vida, que la pueda yo discernir claramente y me des el poder, el esfuerzo y la valentía para llevarla a cabo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de discernimiento y obediencia hasta la cruz. He orado en tu Poderoso Nombre Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.