EL SECRETO
ESDRAS 8:22,23 Me apenaba pedirle al rey Artajerjes que nos diera soldados y jinetes para que nos protegieran de los enemigos durante todo el viaje. La razón por la que me apenaba pedirle eso era por lo que le habíamos dicho: "Nuestro Dios está con todos los que confían en él y se enoja con quienes se alejan de su lado". Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios por nuestro viaje y él respondió nuestras oraciones. (P.D.T.)
El secreto de las cosas buenas de la vida está en buscar la presencia de Dios en todo momento, circunstancio y lugar.
El título de la meditación de hoy suena como el de un libro de auto ayuda, que promete fama, riqueza y prestigio si usted sigue diez pasos sencillos. Pero Dios define a las cosas buenas de una manera totalmente diferente, que solo se consiguen buscándolo a Él.
Cuando hacemos del Señor la prioridad más alta de nuestras vidas, podemos esperar las bendiciones de:
Una relación íntima y tierna. Quienes buscan a Dios con pasión aprenden a conocerlo genuinamente, y experimentan un sentimiento de unidad con Él. El Señor no es ya una deidad distante, sino un amigo íntimo. Y a medida que crezca su consagración, sentirá un amor que trasciende a cualquier relación humana.
Satisfacción. El vacío que hay en todo corazón puede ser llenado únicamente por el Señor. Toda la búsqueda terrenal de placer o propósito palidece en comparación con la satisfacción de su presencia.
Gozo. Cuando buscar con afán al Señor se convierta en la prioridad de su vida, encontrará un gozo que nada podrá robárselo. Los sufrimientos y las dificultades no le destrozarán, porque verá todo desde la perspectiva del Señor.
La ayuda de Dios. Como dice el versículo de hoy, la compasiva mano de Dios está sobre aquellos que lo buscan con empeño. De hecho, Él se complace en ayudar y proveer para sus necesidades.
¿Qué ocupa la mayor prioridad en su vida?
Sus pensamientos revelan sus verdaderas prioridades.
CONFESIÓN DE FE:
SI PODEMOS PASAR TODO UN DÍA SIN PENSAR EN DIOS, ES PORQUE NO LO ESTAMOS BUSCANDO FERVIENTEMENTE. PERO, SI EL SEÑOR ES LA DELICIA DE NUESTRA VIDA, NO PODREMOS OLVIDARNOS DE ÉL NUNCA.
ORACIÓN:
Señor Jesús, Elohim Kedem, Dios del Principio y Eterno (Deuteronomio 33:27). Mi amado Señor, Dios Todopoderoso, siempre has sido antes de todas las cosas en tiempo y en prioridad, por eso eres para mi el primero que todo en mis afectos. Gracias quiero darte hoy por revelarme el secreto de las cosas buenas de la vida, la búsqueda de tu presencia permanentemente, es por eso que hoy puedo confesar tu Palabra que dice: El Dios eterno es mi refugio, y sus brazos eternos me sostienen. Él quita al enemigo de mi paso y grita: "¡Destrúyelo!". Gracias mi señor y salvador Jesucristo por ser la delicia de mi vida y mi prioridad. Amén.
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