lunes, 29 de octubre de 2018

CHISMOGRAFÍA

 

SANTIAGO 3:5-8 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. ¡Miren cómo un fuego tan pequeño incendia un bosque tan grande! Y la lengua es un fuego; es un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros y es la que contamina el cuerpo entero. Prende fuego al curso de nuestra vida y es inflamada por el infierno. Pues fieras y aves, reptiles y criaturas marinas de toda clase pueden ser domadas, y han sido domadas, por el ser humano. Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, lleno de veneno mortal. (RVA'15)

 

♥ De las características de la chismografía.

La chismografía no es un tema popular, pero sin duda una actividad popular. Muchas personas malgastan el tiempo en habladurías acerca de otros, por lo general con la intención de criticar y juzgar. Por desgracia, los creyentes muchas veces son tan culpables de chismear, como los no creyentes. Pero nuestro Padre Celestial quiere que veamos esta práctica del chisme tal y como es.

 

El apóstol Pablo coloca la chismografía en medio de pecados como el engaño, la malicia, la calumnia y la arrogancia (Romanos 1:29,30 NVI). El chisme es embaucador y difamatorio, y está acompañado por la vileza y la soberbia. Todas estas son características de los "aborrecedores de Dios", según el apóstol. En otro pasaje que describe las prácticas impías, Pablo coloca al chisme en el centro de ellas. Y, por supuesto, todo el mundo sabe que el último decreto de los Diez Mandamientos es: "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio" (Éxodo 20:16). La chismografía no concuerda con quienes somos hijos de Dios. Así como no se puede tener veneno y agua pura saliendo de la misma corriente, el cristiano no puede tener una conversación que honre a Dios y al mismo tiempo chismear de otros. Cuando de nuestros labios salen palabras dañinas, demostramos lo que albergamos en nuestro corazón. Sin embargo, Dios se ocupa de limpiar los corazones. Si permitimos que el chisme, el engaño y la malicia se introduzcan en nuestra vida, debemos orar y confesar como lo hizo David en el Salmo 19:14.

 

♥ ¡Si no edifica no lo digas, no lo escuches, no lo veas!

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ NO LEVANTAR CHISMES NI HABLADURÍAS DE MIS SEMEJANTE, MAS BIEN CONFESARÉ COMO DAVID: QUE LAS PALABRAS DE MI BOCA Y LA MEDITACIÓN DE MI CORAZÓN SEAN DE TU AGRADO, OH SEÑOR, MI ROCA Y MI REDENTOR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Rey y Señor, Tú eres Amable y trabajas para hacernos amables en nuestra comunicación, por eso hoy quiero pedirte que me ayudes a controlar mi lengua, de manera que los dichos de mi boca me aten a tu bendición y no a la consecuencia mala de lo que digo sin pensar. Te agradezco por tu Palabra, que me ha renovado la mente y me ha enseñado el estilo adecuado para hablar, sin chismografía, malicia, calumnia o arrogancia, evitando así contiendas y causar dolor, tanto a mí como a los demás, pues todo lo que nosotros podamos recibir de los hombres en forma de halagos, solo puede provenir de Ti y a Ti volver, pues eres la verdadera fuente de nuestro grato y fructífero proceder. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de buena comunicación; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.