viernes, 25 de abril de 2014

PROMETIDO 2

PROMETIDO 2

 

GÉNESIS 28:13-15 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: "Yo Soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el Oriente y el Occidente, hacia el Norte y el Sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. Además, Yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido". (N.T.V.)

 

©      Dios ha prometido a todos y Él cumplirá.

No hay promesa alguna que sea de interpretación particular:

©      Las promesas no van dirigidas a un santo solamente, sino a todos los creyentes.

 

Si tú, hermano mío, puedes apoyarte en esta promesa y descansar en ella como en una almohada, tuya será. El lugar que "encontró" Jacob y donde descansó, es el mismo del cual tomó posesión más tarde. Cuando sus miembros fatigados reposaron en la tierra, cuando las piedras le sirvieron de almohada, no se imaginaba que estaba tomando posesión de aquel país. Sin embargo, así fue.

Durante el sueño, vio una maravillosa escalera que para el verdadero creyente une los cielos con la tierra. Indudablemente, tenía derecho a poseer la tierra donde descansaba el último peldaño de la escalera; de otro modo no era posible alcanzar la divina escalera.

 

En Jesús, todas las promesas son "Sí" y "Amén" (2 Corintios 1:20). Y así como Cristo es pertenencia nuestra, así también nos pertenece su promesa si en Él descansa toda nuestra fe, entonces podemos decir:

©      Ven, alma cansada; acepta las palabras del Señor como tu almohada. Reposa en paz en sus promesas.

 

Piensa únicamente en Él, Jesús es la escalera luminosa. Mira cómo suben y bajan los ángeles sobre Él, entre tu alma y Dios; ten la seguridad de que la promesa es la porción que Dios te da; si la tomas, como si fuera hecha exclusivamente para ti, no la estarás robando; es cosa tuya.

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY EL SEÑOR ME COMPARTIRÁ DESCANSO A TRAVÉS DE SUS PROMESAS. SUS PROMESAS COMPARTEN PAZ. AUNQUE HAYA PASADO POR LUCHAS Y PRUEBAS, CUANDO LA PROMESA TOMA VIDA EN MI ME TRAE DESCANSO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Mi amado Señor, Tu, El Todopoderoso eres la fuente última de la realidad. Sé que todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real, y de igual forma es para mí lo que has prometido. Por eso hoy vengo turbado ante Ti para recibir el descanso que tanto mi alma necesita. Lo creo y lo disfruto pues es un regalo prometido, me pertenece porque en ti creo y en ti confío, me he apropiado de la promesa pues en ti es para mí "Si" y para mí "Amen". Gracias Padre Santo por todo lo que me has prometido, pues se que será cumplido en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.

 

 
Juan Manuel Lamus O.