PROBADA
1 PEDRO 1:5-9 Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean. Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto. Aunque ahora no lo ven, confían en Él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible. La recompensa por confiar en Él será la salvación de sus almas. (N.T.V.)
© Una fe probada como parte fundamental de nuestro crecimiento espiritual.
La fe es quizás el elemento más fundamental de la vida cristiana, porque es el medio de acceso a la salvación. Nuestra fe, o la falta de ella, moldea nuestra vida y determina lo que nos sucederá cuando soplen los vientos de la adversidad. Algunos cristianos no pierden el equilibro, aun cuando son azotados por vientos huracanados; mientras que otros son derribados por la más mínima ráfaga.
Para entender por qué es así, tenemos que examinar la fuente de nuestra fe:
1. La fe heredada. Si usted se crió en un hogar cristiano, probablemente adoptó algunas de las creencias de sus padres. Esta clase de fundamento espiritual es un regalo maravilloso del Señor, pero al final cada persona deberá asumir la responsabilidad por sus propias creencias.
2. La fe del manual. La Biblia es la guía definitiva para fundamentar nuestras creencias, pero no la única fuente de influencia. Los libros, los predicadores, los maestros y los amigos influencian nuestras convicciones. Nuestra teología puede, de hecho, ser sólida, pero la fe no será sino aceptación intelectual hasta que sea puesta a prueba.
3. La fe probada. Solo cuando confiamos en el Señor en medio de las llamas de la adversidad, tendremos una fe capaz de resistir. Ya no se basará en lo que otros nos han dicho o hemos aceptado como cierto, sino en nuestra experiencia directa de su fidelidad.
Para evaluar su fe, piense en cómo reacciona usted ante la adversidad.
© ¿Se aferra al Señor o se enoja con Él? ¿Tiene una actitud de gozo o de amargura por lo que Dios está permitiendo en su vida?
CONFESIÓN DE FE:
NO PUEDO ESCAPAR DE LAS ADVERSIDADES, PERO SÉ QUE TENIENDO UNA FE PROBADA ME BENEFICIARÁ DE ELLAS. ASÍ QUE VENGAN O NO LAS PRUEBAS, ME MANTENDRÉ FIRME EN MIS CONVICCIONES.
ORACIÓN:
Padre Santo, El Oheenu, El Señor nuestro Dios (Salmo 99:5). Mi amado Rey y Señor, Tú eres el autor y consumador de nuestra fe, y sé que tu propósito es conducir a todos tus hijos a la madurez espiritual, y una de las más grandes herramientas es la fe probada por medio de la adversidades, yo me propongo tenerla y modelar mi vida tomando como ejemplo la de mi Señor Jesús, estudiando con juicio su vida y recibir así el aliento para enfrentar las adversidades. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de fe y perseverancia. Amén.