martes, 26 de julio de 2016

DEBILIDADES

 

2 CORINTIOS 12:9,10 Cada vez Él me dijo: 

-  "Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad". 

Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el Poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte. (N.T.V.)


©  Uno de los aspectos más apasionantes de la vida cristiana, es experimentar la acción del Espíritu Santo vigorizando el brazo del débil para luchar, convirtiéndolo en un valiente guerrero.


©  Historia de la vida real:

Mi madre vive sola. Hace ocho años que mi padre murió. Ella no puede salir sola excepto a dar caminatas cortas. Tiene muchas dificultades con su memoria corta. Las conversaciones se limitan a unos cuantos comentarios repetidos.

Sin embargo, en estos días mi madre me dijo algo profundo:

-  El otro día estaba pensando en mis problemas y decidí que no tengo nada de qué quejarme. Dios me está cuidando y tengo gente que me ayuda. Mi único problema es que no puedo acordarme de nada, y tengo muchos lápices y papel para escribirlo todo, así que puedo que caminar en fe.

 

Leyendo 2 Corintios 12:1-10 podemos ver que el apóstol Pablo luchaba con lo que él llamaba "un aguijón en la carne" (Vs.7), el cual hasta ahora no se ha podido determinar que era. Pero descubrió que en su debilidad, él experimentaba "el Poder de Cristo" (Vs.9). El apóstol dijo:

-  "Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo" (Vs.10 LBLA).

Todos tenemos debilidades, pero éstas nos deben llevar a caminar en fe, a "experimentar el Poder de Cristo", a confiar en Dios, alabarlo y vivir agradecidos por su cuidado y protección permanentes. Las debilidades se pueden relacionar con la edad, las finanzas, las relaciones o miles de otras dificultades, pero si de verdad disponemos nuestro corazón a confiar en Dios, a caminar en fe, y si permanecemos agradecidos, incluso en medio de nuestros problemas y dificultades, es más probable que reconozcamos que no tenemos nada de qué quejarnos.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EN MIS DEBILIDADES Y MIS DIFICULTADES PODRE VER EL PODER DE CRISTO EN ACCIÓN, DE MANERA QUE VIVIRÉ AGRADECIDO POR SUS CUIDADOS Y CONFIADO EN SU PROPÓSITO PARA MI VIDA. ENTONCES, CAMINARÉ EN FE.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Tehilati, Dios de mi Alabanza (Salmo 109:1). No es fácil decírtelo, pero hoy quiero darte gracias mi Señor, por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por la soledad, por el fallecimiento de mis seres queridos. Tú sabes cuán difícil ha sido aceptarlo; quizás estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta de que todo esto me acercó más a Ti, Tú sabes por qué lo hiciste. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo, por la fe que me has dado, por esa fe que se tambaleó cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo y en medio de mis debilidades Tú nunca dejaste de fortalecerme y me hiciste caminar en fe por el sendero de la verdad, y en la luz a pesar de la oscuridad. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.