jueves, 22 de septiembre de 2016

ENTREGARLAS

 

MATEO 11:28-30 Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y Yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que Soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (R.V.A.'15)


©  Para aliviar el peso de nuestras cargas solo tenemos que entregarlas.

Todos llevamos muchas cargas a lo largo de la vida. Algunas pueden referirse a cosas cotidianas como las finanzas o las relaciones, pero podemos también sentirnos abrumados por las incógnitas del futuro. Éstas pueden abrumarnos hasta el punto del agotamiento, si no las manejamos bíblicamente.

 

Jesús sabía lo difícil que sería la vida para nosotros. Después de todo, Él era humano también. Pero nuestro Salvador no quería que lleváramos un peso innecesario, porque sabía que nuestro Padre Celestial puede llevarlo por nosotros. Por eso dijo las palabras del pasaje que estudiamos hoy; son palabras llenas de promesa y de esperanza, de alivio, pero…

©  ¿Cómo podemos aplicar de manera práctica lo que nos está diciendo, en medio de las dificultades?

1. Primero, Él quiere que reconozcamos que tenemos una carga específica y que identifiquemos el problema.

2. Finalmente, podemos llevarlo ante Él. Dios nos dice que se lo entreguemos a Él (Salmo 55:22), y Dios llevará nuestra carga.

 

Si nos arrodillamos ante Dios en oración y le pedimos que se ocupe del problema, podemos sentirnos libres de esa carga. Aunque Él puede cambiar las circunstancias, a menudo permite que sigan ahí. Podemos seguir pensando en el problema y vivir con sus implicaciones, pero ya no tendremos que ceder bajo su presión.

©  ¿Está usted llevando una carga pesada?

Encuentre alivio en el Salvador, poniendo sus preocupaciones en sus poderosas manos. El Señor Jesús desea que usted tenga paz, incluso en medio de las pruebas. Y ha provisto todo lo que se necesita para ser libre de las cargas.

©  ¿Dejará que Él se las quite, se las entregará?

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE, SI ME PRESENTO ANTE DIOS EN ORACIÓN, Y LE PIDO QUE TOME MIS CARGAS, PODRÉ SENTIRME LIBRE DE ELLAS Y CAMINAR LIVIANO HACIA LA META, EL PROPÓSITO DE DIOS PARA MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Dios mío, yo sé que tu naturaleza es de amabilidad y que estás lleno de compasión y sentimiento por tu pueblo, completamente libre de crueldad o mezquindad, todas son buenas razones para entregarte mis cargas. Señor Jesús, Tú has propuesto en tu Palabra que si alguno está cargado y cansado venga a Ti y prometes recibir esa carga y hacernos descansar, yo me apropio hoy de esa maravillosa promesa, pues sé que lo que prometes lo cumples; y a la vez recibo tu carga que es suave y ligera y me llena de bendición, demostrado a través de tu incondicional amor e infinita misericordia, pues tu llevas sobre tu espalda el peso de todas nuestras angustias. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por liberarme del peso innecesario en mi vida. Amén.


Juan Manuel Lamus O.