jueves, 21 de abril de 2022

DOS SEMILLAS

 

MATEO 7:24-27 "El que escucha lo que Yo enseño y hace lo que Yo digo, es como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme. Vino la lluvia, el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Pero la casa no se cayó, porque estaba construida sobre piedra firme. Pero el que escucha lo que Yo enseño y no hace lo que Yo digo es como una persona tonta que construyó su casa sobre arena. Vino la lluvia, el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida". (BLS)

 

Del ciclo y los elementos de la siembra y la cosecha: la semilla, el terreno, la siembra, abonar, cuidar y cosechar; este será exitoso en la medida que identifiquemos bien cada elemento y trabajemos con perseverancia, amor y diligencia en el proceso.

 

Dos semillas están juntas en la tierra sembrada…

La primera semilla dijo:

"Quiero crecer. Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en el suelo y que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo arriba. Quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera. Quiero sentir el calor del sol en mi cara y la bendición del rocío matinal en mis pétalos".

Y entonces creció.

 

La segunda semilla dijo:

"Tengo miedo. Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del suelo duro por sobre mi, puedo dañar mis delicados retoños. ¿Y si dejo que mis brotes se abran y una serpiente trata de comerlos? Además, si abriera mis pimpollos, tal vez un niño pequeño me arranque del suelo. No, me conviene esperar hasta que sea seguro".

Y entonces esperó. Un ave que andaba dando vueltas por el lugar en busca de comida, encontró a la semilla que esperaba y enseguida se la tragó.

 

¿Con cuál de estas dos semillas te identificas?

 

Por la mañana siembra tu semilla y en la tarde no dejes reposar tu mano;

trabaja, cree, confiesa y actúa

¡¡¡Siembra y cosecharás!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

TENDRÉ MUY EN CUENTA LA PALABRA DE DIOS CUANDO DICE: "EL QUE AL VIENTO OBSERVA, NO SEMBRARÁ, Y EL QUE MIRA A LAS NUBES, NO SEGARÁ" (ECLESIASTÉS 11:4); DE MANERA QUE SERÉ SABIO, DILIGENTE, ESFORZADO Y VALIENTE PARA ENTENDER QUE DEBO SEMBRAR, PERO TAMBIÉN TRABAJAR, CREER, CONFESAR Y ACTUAR PARA COSECHAR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emet, Dios de La Verdad (Salmo 31:5). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, El Todopoderoso, sé que Tú eres la fuente última de la realidad, y por eso todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real. Grande y poderoso eres Tú y nos has dejado una Palabra que nos alienta y alimenta. En ella nos exhortas a ser esforzados y valientes, a no temer porque Tú estarás con nosotros siempre y en todo lugar, respaldándonos y llevándonos de tu mano; gracias quiero darte hoy pues mi siembra tiene asegurada la cosecha cuando pongo toda mi confianza y mi fe en Ti, por eso hoy me apropio de estas promesas, las creo, las confieso y me dispongo a actuar en consecuencia; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri