jueves, 26 de noviembre de 2015

PODEROSA

 

ROMANOS 5:1-5 Restablecidos, pues, en la amistad Divina por medio de la fe, Jesucristo nuestro Señor nos mantiene en paz con Dios. Ha sido, en efecto, Cristo quien nos ha facilitado, mediante la fe, esta apertura a la Gracia en la que estamos firmemente instalados a la vez que nos sentimos orgullosos abrigando la esperanza de participar en la Gloria de Dios. Es más, hasta de las dificultades nos sentimos orgullosos, porque sabemos que la dificultad produce constancia,  la constancia produce una virtud a toda prueba, y una virtud así es fuente de esperanza. Una esperanza que no decepciona, porque al darnos el Espíritu Santo, Dios nos ha inundado con su amor el corazón. (B.L.P.H.)

 

©  Del poder de la Gracia de Dios.

La gracia es uno de los regalos más estupendos de Dios. Ella nos da todo lo que necesitamos para vivir en libertad: el perdón de nuestros pecados, la sanidad de nuestros corazones, la compañía del Espíritu Santo morando en nosotros y el acceso para cultivar libremente nuestra relación con Él.

 

Trabajamos, adoramos y disfrutamos de la vida rodeados de su amor incondicional. Su gracia nos socorre, nos llena y nos sostiene. Ya que somos un pueblo perdonado, el Señor nos responde, no como a enemigos, sino como a sus hijos (Romanos 8:15; Efesios 5:1).

 

El saber que vivimos al abrigo de la gracia de Dios nos da:

1.   Seguridad en cuanto a nuestra posición. Nadie puede arrebatarnos de su mano (Juan 10:28).

2.   Libertad para vivir para Cristo. Nada de lo que alguien diga o haga puede sacudir nuestra confianza en Él.

3.   Paz para el presente, porque podemos confiar en su soberanía. El Señor está llevando a cabo su perfecta voluntad, entonces podemos estar seguros de que nada ni nadie es capaz de frustrar sus planes.

4.   Esperanza para el futuro. Esta vida es solamente el comienzo. Un día, veremos al Señor Jesús cara a cara, seremos perfeccionados para ser las personas que Dios quiso que fuéramos cuando nos creó, y viviremos con Él para siempre.

 

El Señor se ha comprometido a transformarnos, según su plan especial para nuestras vidas. Aun su disciplina es expresión de su favor misericordioso (Hebreos 12:10).

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY COMPLETAMENTE CONVENCIDO QUE, CUANDO FLAQUEAMOS O FALLAMOS, PODEMOS ESTAR SEGUROS DE QUE LA PODEROSA GRACIA DE DIOS SIEMPRE NOS RODEA Y OFRECE REDENCIÓN EN CRISTO JESÚS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Shaddai, Dios Todopoderoso y lleno de Gracia (Jonás 4:2). Mi amado Dios y Señor, se que tu naturaleza está llena de Gracia Poderosa, para darnos generosamente, aún cuando no lo merezcamos; y que como una madre que amamanta, nutres y satisfaces completamente a tus hijos y tomas cuidado de todas sus necesidades. Es por eso que hoy vengo a tu Presencia a darte gracias por la Poderosa Gracia que has provisto para que tengamos todos los beneficios que de ella se desprenden, y poder vivir una vida digna acá en la tierra y tener la esperanza de una gloriosa en la eternidad al lado tuyo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por la Gracia que en Ti reposa para nosotros tus seguidores. Amén.


Juan Manuel Lamus O.