jueves, 5 de octubre de 2023

HÁBITOS Y CARÁCTER

 

1 CORINTIOS 9:25-27 (NTV) Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.

 

De cómo nuestros hábitos en cuanto a la lectura, estudio y meditación de la Biblia, se hacen determinantes del carácter y de nuestro crecimiento espiritual.

 

El conocido jugador de fútbol Cristiano Ronaldo es reconocido como uno de los pocos que ha ganado 5 UEFA Champions League, además de ser el mayor goleador de esta, y qué decir de la cantidad de títulos alcanzados en los diferentes equipos que ha jugado y copas que ha disputado. Pero la pregunta es: ¿Cómo llegó a ser tan buen atleta? Hay una lista completa de cosas que Cristiano ha hecho para mantenerse en su máximo rendimiento mental, física y emocionalmente, incluido beber 20 onzas de agua tan pronto como se despierta todas las mañanas, él ha desarrollado hábitos saludables que han valido la pena para su vida y su carrera deportiva.

 

Y es que se crece cuando se desarrollan buenos hábitos. Esto se aplica a todas las áreas de la vida, incluido el crecimiento espiritual a través del conocimiento de la Biblia.

 

¡¡¡Cuando se desarrollan buenos hábitos en la vida, se obtendrá un buen carácter, 

y si se tiene un buen carácter, se va a tener un gran destino,

pues el carácter es la suma total de nuestros hábitos!!!

 

El Señor Jesús en Su Palabra nos dice:

"Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas". (JUAN 13:17 NTV)

 

No recibimos la bendición de Dios para saber lo que es correcto hacer. Obtenemos la bendición de Dios para hacer lo correcto y convertirlo en un hábito en nuestra vida.

☝🏼 Entonces ¿Cómo se construyen hábitos? A través de la repetición y la práctica.

Estudio tras estudio se demuestra que tenemos que hacer algo, ya sea ejercicio, dieta o un hábito espiritual, todos los días durante mínimo seis semanas antes de que se convierta en un hábito. Estudiar unos días y luego saltarse un día y luego repetir el patrón una y otra vez es como enrollar una bola de hilo y dejarla caer; lo que quiere decir que se sigue deshaciendo todo lo que se ha ganado cada vez que se pierde un día de lectura y estudio bíblico. Por eso tiene que desarrollar hábitos para usarlos el resto de su vida, que le ayudarán a crecer y ser fuerte. Las personas exitosas son personas normales que deciden desarrollar buenos hábitos que permanecerán con ellos por el resto de sus vidas. Usted determina sus hábitos y sus hábitos lo determinan a usted; y los buenos hábitos que desarrolle en su vida espiritual, especialmente la lectura y el estudio de la Biblia, darán sus frutos para siempre en la eternidad.

 

Piense en esto:

De aquí a un año, ¿cómo le gustaría haber crecido espiritualmente?

¿Qué se necesita para llegar allí?

Escriba un plan paso a paso para mantenerte encaminado. Con mucha frecuencia establecemos metas con plazos o expectativas poco realistas. ¡No tiene que hacerlo todo esta semana!

¿Qué pequeña cosa puede hacer todos los días que, con el tiempo, marcará una diferencia en su crecimiento espiritual?

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE DIOS NOS DIO LA BIBLIA COMO INSTRUMENTO PARA FORMAR Y FORTALECER NUESTRO CARÁCTER, ENTONCES ME DISPONDRÉ PARA QUE SU LECTURA Y ESTUDIO SEAN UN BUEN HÁBITO POR DESARROLLAR PARA CUMPLIR ESE PROPÓSITO Y CRECER.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, hoy vengo a tu Presencia a darte gracias por tu amor inagotable e incomparable, y por tus planes para mi vida, sé que son perfectos y es por eso por lo que debo acogerme a ellos sin reparos ni justificaciones. Tú mereces toda la gloria y la honra, porque el propósito para el cual me creaste se dará en tu tiempo y bajo tus condiciones, no las mías. Gracias por tu provisión en la Biblia para lograr el carácter y el crecimiento que tú esperas, y que con toda seguridad lograré a través de mi hábito de su lectura y estudio diarios. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri