sábado, 15 de marzo de 2014

RECIBIMOS LO QUE DECIMOS

RECIBIMOS LO QUE DECIMOS

 

©      Todo lo que hablemos, eso tendremos.

©      De una misma boca proceden bendición y maldición.

©      Porque todos ofendemos muchas veces.

©      Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

©      Porque lo que sale de la boca, proviene del corazón.

©      La muerte y la vida están en el poder de la lengua.

 

Querido Amigo:

©      ¿Sabías que independiente de la religión que tú profeses, el mejor libro de superación y crecimiento personal es la Biblia? 

Pues bien todas estas frases han sido extraídas de ella, y esto quiere decir que con nuestra boca construimos una realidad, sea buena o mala.  Lo peor de esto, es que no sólo lo hacemos sobre nuestra propia vida, sino también sobre nuestra familia, trabajo, amigos, finanzas, salud, etc.

 

Estoy seguro que estas frases las hemos dicho muchas veces;

©      Tú nunca llegarás a ser un verdadero líder.

©      Tú siempre serás un fracasado.

©      Nunca tendré dinero suficiente.

©      Mi esposo o hijos nunca cambiarán.

©      No hay caso conmigo, no puedo cambiar, siempre fracasaré.

©      La situación está peor que nunca.

 

©      Si lo decimos, así será hecho, porque nuestras palabras tienen poder. 

©      Es cierto, para destruir o construir, basta con nuestras propias palabras.

 

Cuenta un hombre: Con el paso de los años tristemente pude comprobar que mi madre y yo maldijimos a mi hermano mayor, pues siempre aseguramos que la mujer que eligió como su compañera lo quería únicamente por interés económico y que cuando ella se gastara su dinero y lo viera pobre, lo dejaría y así se cumplió.  He tenido que orar mucho pidiendo perdón a mi padre celestial por esa maldición sobre mi hermano y desatar sobre él bendiciones de prosperidad y el amor verdadero de una mujer. (Anónimo)

 

©      Dijo Jesús que por nuestras palabras nosotros seremos juzgados. 

De aquello que nosotros sembremos con nuestra boca, de eso mismo recogeremos en mayor cantidad. 

©      ¿Qué tal si comenzamos a construir una nueva realidad con nuestra boca, alrededor de nuestro hogar, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestra salud, nuestras finanzas, nuestro trabajo, nuestros jefes, nuestros compañeros y nuestro país?

 

©      ORACIÓN:

Padre Celestial, gracias por haber puesto en mi boca el mismo poder creativo tuyo, de tal forma que confesando lo bueno, mis palabras transformen todas mis circunstancias. Ayúdame a ser activo en "bien-decir" no solamente mi vida, sino todo aquello que toque con mis ojos, con mis manos y con mi corazón. Te pido que renueves mi mente y mi corazón para pensar como Tú y hablar como Tú y crear un nuevo mundo victorioso a mí alrededor. Gracias Padre Celestial. Amén.

 

SANTIAGO 3:7-11

El ser humano puede domar toda clase de animales, aves, reptiles y peces, pero nadie puede domar la lengua. Es maligna e incansable, llena de veneno mortal. A veces alaba a nuestro Señor y Padre, y otras veces maldice a quienes Dios creó a su propia imagen. Y así, la bendición y la maldición salen de la misma boca. Sin duda, hermanos míos, ¡eso no está bien! ¿Acaso puede brotar de un mismo manantial agua dulce y agua amarga? (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad