martes, 18 de noviembre de 2014

SEDIENTO

SEDIENTO

 

SALMO 63:1-4 Dios mío, Tú eres mi Dios, desesperado te busco. Mi alma tiene sed de Ti; todo mi ser suspira por Ti, como la tierra seca y árida desea el agua. Te vi en Tu Templo, contemplé Tu Poder y Tu Gloria. Tu fiel amor es mejor que la vida misma, mis labios te alaban. Te alabaré con mi vida; alzaré las manos en Tu Nombre al adorarte. (P.D.T.)

 

©      Sed del "Agua Viva", de la presencia de Dios.

Una relación personal con Dios por medio de Jesucristo tiene el potencial de ser más satisfactoria que cualquier relación terrenal. El rey David escribió su experiencia en el Salmo 63. Nuestro Padre Celestial quiere tener un tierno vínculo con nosotros, como lo hizo con David.

 

1.   Buscarlo y conocerle.

El primer paso es comprometerse firmemente a buscarlo y conocerle, lo cual debe tener prioridad sobre todos los demás asuntos de nuestra vida cotidiana.

David describió como una sed intensa su pasión por conocer a Dios (Vs.1); el apóstol Pablo comparó con una carrera su dedicación a la búsqueda del Señor (Hebreos 12:1,2). Si nos sometemos al señorío de Cristo y le buscamos con el corazón y la mente, nuestra alma quedará satisfecha.

2.   Vida Devocional.

Una vez que decidamos seguir con diligencia al Señor, nuestro siguiente paso es dedicar tiempo a su Palabra. A la oración y la adoración.

La Biblia es la revelación de Dios de Sí mismo y de su plan para el mundo. Sacar tiempo para leer las Sagradas Escrituras y meditar en ellas, es esencial para todo creyente. Así es como aprendemos quién es Dios, cómo trabaja, y lo que desea para nosotros y para la iglesia. Si nos esforzamos por conocer y entender un pasaje bíblico, el Espíritu Santo nos revelará su significado. A Dios le complace que sus seguidores tengan como meta profundizar su relación con Él.

3.   Compartirlo con los demás.

Y por ultimo no debemos quedarnos con lo que Dios nos da pues Él quiere que de nosotros fluyan ríos de agua viva para los demás, que seamos esa fuente, ese oasis en medio del desierto de las personas llevándolos a los pies de Cristo.

 

Dedicar tiempo para conocer a Dios, es un paso importantísimo para caminar con Él. Comience hoy con la promesa de buscar al Señor con más diligencia, y de apartar tiempo para el estudio regular de la Biblia y la oración. El Padre Celestial está esperando reunirse con usted, pues Él es Agua Viva para nuestras vidas.

 

CONFESIÓN DE FE:

ME COMPROMETO A BUSCAR MÁS DE DIOS PARA MI VIDA, POR MEDIO DE LA INTIMIDAD PARA EL CONOCIMIENTO DE ÉL, LA LECTURA DISCIPLINADA DE LA BIBLIA Y EN ORACIÓN, Y COMPARTIRLO CON MIS SEMEJANTES COMO FUENTE DE AGUA VIVA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Echad, Dios Único y Verdadero, el Todopoderoso (Malaquías 2:10). Hoy vengo a ti como un siervo sediento en el desierto, buscando de Tu "Agua Viva", con ansias de conocer cada día más de Ti y de Tus misterios. Me apropio de la Palabra en Jeremías 33:3, seguro de que me revelaras grandes cosas que encierran Tu Divina Presencia. Te pido también que pongas en mi tanto el querer como el hacer, para que Tu Palabra revelada me traiga seguridad en lo que Tu deseas para mí y como Tu trabajas para cumplir con el propósito por el cual me has creado. Gracias Espíritu Santo por guiarme en el estudio concienzudo de la Palabra y consecuentemente revelarme sus misterios para compartirlos con mis semejantes. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.