martes, 26 de enero de 2016

LA PERSPECTIVA

 

ISAÍAS 55:8,9 Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos, dice el Señor. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. (N.T.V.)

 

©  La aflicción desde la perspectiva de Dios

Cuando la aflicción golpea duramente, es posible caer en un abismo de desánimo y desesperación, pero, aunque podamos considerar las dificultades como derrotas, el Señor las ve como oportunidades para hacer grandes avances. Su propósito al permitirlas no es destruirnos, sino estimular nuestro crecimiento espiritual. En su gran sabiduría, Dios sabe cómo tomar una situación terrible y utilizarla para transformarnos a imagen de Cristo.

 

Toda aflicción que viene a nuestra vida pasa primero por la voluntad permisiva de Dios. Eso no significa que la dificultad es su voluntad perfecta, pero sí que Él ha permitido la prueba para poder llevar a cabo sus maravillosos propósitos para nuestra vida. Aunque parte del sufrimiento que vemos y experimentamos parece incomprensible, o a todas luces injusto, tenemos que reconocer que nuestra perspectiva es muy limitada, y no siempre somos capaces de entender lo que hace el Señor. Nuestro Padre Celestial ve todos los aspectos de la vida, pero nuestra visión está restringida a lo que es correcto delante de nosotros. Los planes de Dios lo incluyen tanto a usted, como al resto de la creación, y ellos van desde el comienzo del tiempo hasta la eternidad futura. Aunque nosotros nunca comprenderemos la mente infinita de Dios, sí podemos conocer su fidelidad y su amor. Cuando no pueda entender la razón de su aflicción, reflexione acerca del conocimiento, la sabiduría y el poder de Dios. Recuerde que Él ve todo el panorama, y que le ama más de lo que usted pueda imaginar.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE DESDE LA PERSPECTIVA DE DIOS LA AFLICCIÓN EN MI VIDA ES UNA OPORTUNIDAD PARA ANDAR POR FE, PUES EL CONOCIMIENTO PERFECTO DE LO QUE PUEDA SUCEDER O NO, ESTOY SEGURO QUE SOLAMENTE LO TIENE DIOS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (Salmo 27:1). Dios Omnipotente, hoy te doy gracias por los problemas y dificultades que se me presentan cada día, pues son retos y oportunidades que me sirven de entrenamiento para enfrentar situaciones, tomar decisiones y resolver problemas, capacitándome para desenvolverme mejor en la vida. Tal vez me cueste decírtelo, pero gracias Señor, por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por la soledad, por el fallecimiento de mis seres queridos. Tú sabes cuán difícil ha sido aceptarlo; quizás estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta de que todo esto me acercó más a Ti, Tú sabes por qué lo hiciste. Gracias Señor, por la fe que me has dado, por esa fe que se tambaleó cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo, Tú nunca dejaste de fortalecerme, y me hiciste caminar en el sendero de la verdad, a pesar de la oscuridad. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.