viernes, 14 de enero de 2022

FUENTE DE ESPERANZA

 

TITO 2:11-14 Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas. Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios, mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la Gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él dio su vida para liberarnos de toda clase de pecado, para limpiarnos y para hacernos su pueblo, totalmente comprometidos a hacer buenas acciones. (NTV)

 

El Señor Jesús es nuestra verdadera y única fuente de esperanza, a través de la fe en Él, recibimos una naturaleza nueva y llegamos a vivir en la presencia de Dios para siempre, eternamente.

 

Hay quienes creen que el comportamiento ético y el carácter moral los llevarán al Cielo. Otros piensan que un plan de superación personal es la solución. Incluso hay quienes suponen que serán excluidos debido a pecados del pasado. Lo cierto es que las obras no determinan nuestro estado eterno. Más bien, la barrera entre nosotros y el Dios Santo es nuestra naturaleza pecaminosa. El pecado de Adán y Eva hizo que toda la humanidad comenzara su vida espiritualmente muerta y bajo sentencia de juicio. (Romanos 5:12)

Ninguna cantidad de buenas obras puede cambiar nuestra naturaleza impía, ni las malas decisiones la hacen peor.

 

Sin la ayuda del Señor Jesús, la entrada al Cielo estaría cerrada para todos, y todos enfrentaríamos la eternidad separados de Dios. Pero nuestro Padre Celestial tenía un plan para que pudiéramos vivir con Él para siempre: envió a su amado Hijo Jesús para que tomara nuestros pecados sobre sí mismo y recibiera el castigo que merecíamos. Lo que nosotros no podíamos hacer, Cristo lo hizo por nosotros.

Entonces como ya lo dijimos antes, es a través de la fe en Jesucristo, cuando lo reconocemos como nuestro único Salvador y Señor, que recibimos una naturaleza nueva, y llegamos a vivir en la presencia de Dios para siempre.

 

¡¡¡No tenemos que preocuparnos por ganarnos un lugar en el Cielo!!!

Gracias a Cristo, nuestro futuro está garantizado allí, lo que le da

esperanza y sentido a nuestra vida en este mundo

 

CONFESIÓN DE FE:

EL SEÑOR JESÚS ES MI SALVADOR, ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE GRACIAS A ÉL TENGO UN LUGAR GARANTIZADO EN EL CIELO, PERO TAMBIÉN LA PRESENCIA PERMANENTE DE DIOS EN MI VIDA ACÁ EN LA TIERRA, Y ESO LE DA SENTIDO Y ESPERANZA A MI FUTURO EN ESTE MUNDO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (salmo 25:5). Mí amado Dios, Señor y Salvador Jesucristo eres completamente confiable, por eso sé que puedo poner mi esperanza en Ti, y gracias a tu amoroso y perfecto plan la salvación está en una persona, en Jesús, no en un sistema de creencias o de buenas obras. Entonces puedo decir que en Ti confío plenamente y estoy seguro del lugar que has provisto para mí en el Cielo, del amor sin límites que Tú me prodigas y de la seguridad de que siempre estas a mi lado y tienes cuidado de todas mis necesidades, eso me da la suficiente confianza y esperanza para vivir tranquilo y sosegado en este mundo. Gracias Dios mío porque en Ti puedo, sin duda ni temor, poner mi esperanza, mi confianza y mi fe. He orado en el Poderoso Nombre de mi Señor y Salvador Jesucristo ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri